El viejo ceibo

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Aún recuerdo el viejo ceibo entre la división de un riachuelo y una quebrada , sus ramas altas y robustas que apenas movía el viento , su inmenso tronco que tal vez entre 6 personas abrazaban , era un inmenso habitad de diversas especies, me gustaba estar por ahí cerca y observarlo .

El árbol quedaba en La finca de una familiar lejano   donde yo solía pasar temporadas cortas , con mis catorce años me llenaba de ilusión el campo , la montaña , el río , los campesinos y sus historias  increíbles .
El baño era una sabrosa posa de aguas cristalinas donde nos refrescaba con sus frías corrientes, además de eso me gustaba ver cómo el agua acariciaba el cabello de Luna , su frondosa cabellera mojada y agitada con el viento tiraba una sabrosa brisa que se estrellaba en mi rostro.
La mañana empezaba a las 5 am , aseo y el aroma a café despertaba el instinto de un hermoso día , ya sentados en la mesa , con Luna al frente y una que otra vez chocaban nuestras miradas se estacionaban sin querer y mi desayuno me sabía a gloria .
Un día amanecimos sin agua potable ,la tubería se había atascado o reventado un tubo , de todas maneras había que rastrear la tubería hasta la pila principal de abastecimiento y si no llegar arriba a la montañita desde donde venia la naciente .

me toco salir temprano con guevara un campesino de pocas palabras, alto recio ,su piel morena curtida por el sol , su sombrero de ala media y sucio por el sudor de la frente, aquel hombre nunca te miraba a los ojos siempre agachaba la cabeza , de muy pocas palabras , decían los demás trabajadores de la Hacienda que no era amigo de nadie, se rumoraba que tenía historias de todo tipo, de muertes , misterios y oraciones , algo que si note que el hombre era de la tierra , era del monte, no se bañaba, la misma ropa llena de tierra raída, si llovía o hiciera sol no le importaba era natural si lo llamaban para buscar algún ganado perdido era el mejor se perdía en el monte varios días sin comida sin agua , solamente con su machete biem afilado , muchas veces se escuchaba llegar a guevara con él ganado perdido al filo de la madrugada.
Aquel hombre misterioso me inspiraba respeto , nos internamos hacia la loma de la pileta el iba al frente , llegamos y todo en orden , en todo el camino el hombre no hablo y le dije : guevarita tenemos que subir a la montaña , asintió con la cabeza , y alcance a escuchar sígame y haga caso a mi .
Caminamos por la montaña y en un claro le dije -guevarita voy a caminar adelante quiero ver los monos , solamente me repitió haga caso a mi ,
Caminamos con el monte a las rodillas y cuando de pronto me dice , pare , pare , ahí no se mueva , que pasa le dije
Calle calle dijo el , con el machete listo apartó la hierba cercana y delante mía y estaba una gran culebra lista al ataque , guevarita la quedo viendo y el ofidio no se movió , no le apartó la vista y me dijo no diga nada , cogio la culebra con sus manos como atontada, la apartó del camino y me dijo nuevamente haga caso a mi .
Me quede sorprendido sin preguntar nada , como vio , como se dio cuenta y me aviso, porque no la mato ,porque la domino con la vista y solamente recordé que el hombre tenía sus misterios, nuevamente guevarita tomó la delantera el sol ya estaba calentando y el sudor rodaba por nuestras caras , sentí el hedor de sus ropas , a campo , a lluvia vieja secada por el sol en su cuerpo  hombre de tierra , labrado por el monte , por la tierra, por las aventuras de las comarcas , solitario como el sol .
Llegamos al fin debajo de unos inmensos árboles de zapotes estaba la naciente reparamos todo y después recojimos zapotes , los monos nos miraban con recelo desde lo alto , les grite y ellos nos tiraban zapotes , aprovechamos las frutas y regresamos , aún cuando veo una serpiente recuerdo a guevarita y el olor a tierra mojada me dice que hay gente de barro, sol , sudor y campo.

Entre el arreo del ganado , revisión de las cercas y siembras de café , transcurrían los días
Por las noches después de la cena nos quedábamos en el amplio mesón Luna y yo
Hablamos de historias , fantasías y brujas, mientras que al candil se le acababa el combustible , jugábamos cartas, me inventaba juegos, con tal verla un poco más hasta que la vos de la tía ordenaba a dormir a dormir
Y una mirada profunda como la del desayuno nos despedía hasta el siguiente día,
Creo que me estaban atrapando aquellas miradas , si aquellas miradas de profundos ojos negros , bordeadas por sus negras cejas y el cabello como un manto de las más oscuras de las noches , donde se escurren los más grandes misterios de los enamorados, donde se deslizaron mis sueños de juventud .
Si si me estaba enamorando eso me pasaba , se lo contaba al ceibo , a las aguas cristalinas de la quebrada , todo, todo me parecía distinto hasta los minutos se confundían con las horas , su rostro en mi mente , sus palabras , la plática de la noche anterior , de vez en cuando por media mañana se paraba en el pequeño balcón de la gran casa de madera , casa Hacienda , pasaba de cerca y le preguntaba; quieres naranja ? Con un movimiento de cabeza decía si , procedía a pelar las naranjas con un afilado puñal que portaba al cinto , eso si en la parte de arriba de la naranja escribía love , de alguna manera tenía que demostrarle algo.
Pronto llegaría diciembre  en la última noche del año nos reuníamos en el corredor , los hermanos , ella, otros amigos y yo , no teníamos medios tecnológicos como para amenizar una fiesta  grande  lo único que teníamos era un viejo radio de batería ,una planta eléctrica que funcionaba con petróleo y por ley había que apagarla a las 9 de la noche
Aprovechábamos y nos pegábamos unas bailaditas  que emoción cuando me tocaba mi turno solo cerraba los ojos  danzaba con el viento, nos deslizábamos en las nubes , cuando su voz dulcemente decía : fabricio valle del río termino , termino  la música.
A los pocos días del siguiente año ella tenía que regresar a la ciudad, nos reuinmos como siempre ella y yo en el comedor , hablábamos y hablábamos , las cartas y las miradas , eran quizás las últimas de ese verano en la finca,
Si ella se marchaba , por la mañana escuche el motor encendido de la camioneta , Luna me vio y acercó su mano estirada con un sobre  de color rosa  mientras decía guárdalo .
La camioneta con la muchacha de mirada tierna se marchaba , yo me quedaba vacío , al rato baje al río busque el viejo ceibo me arrecoste bajo su sombra a leer la carta en ella desia sentir lo mismo que sentía yo pero en silencio y lo que más me conmovió fue el sueño que me describió casi más como deseo que como sueño dándonos un beso cerca del comedor bajo de las escaleras, dios , dios , que hacer mi amor creció y creció más .

Ya el tiempo de mi estadía en la finca casi terminaba , ya sin Luna la finca no era la misma. La mañana triste , mis ojos buscaban sin remedios por todos lados, el río estaba triste , el ceibo con sus altas ramas no lograba visualizar su bella silueta, el viejo mesón y candil no daba la misma luz no era el mismo ,
La noche era larga , mis pensamientos flotaban atravez de la noche se internaba en lo más infinito del universo donde quizá quedaron guardados esos lindos momentos junto a luna.
Llego el día de partir me acerqué al corredor respire profundo , vi hacia todos lados  , vi al ceibo azotado por el viento como queriendo despedirse , baje la mirada , vi el horizonte , camine hacia el bendito árbol , me cente  un rato bajo su fresca sombra, quizá hable con él y le conté mis secretos de amor , también vio lagrimear mis ojos  , bien amigo con tu permiso pero tengo que dejar una huella para las próximas vacaciones que estoy seguro no volveré, tome el cuchillo y en la parte más visible del tronco del noble árbol puse las iniciales de luna y el mío  me despedí  subi la loma llegue a la vieja casa Hacienda ya estaba por marchar don Pablo Antonio en la camioneta .
Me esperaba la ciudad de donde salí más que todo para huir de lo revoltoso que estaba era un tiempo  de pre guerra , había en el país una dictadura , un ejército muy genocida donde ser joven era pecado , por tal motivo la finca me servía para salvar mi vida , mi casa en la ciudad era casa de refugio para los revolucionarios  al mismo tiempo era peligroso , a pesar de mi corta edad ya participaba en diferentes movimientos y manifestaciones en contra del gobierno .
Pero eso lo dejaremos para otra historia de mi juventud improsulta y rebelde, hoy nos referimos a una historia de amor de almas , de nudos atados en el universo y que él mismo desata .
En la cuidad del norte tenía la oportunidad de verla y decirle mis sentimientos, ella estudiaba en un colegio al centro de la ciudad , por mi parte andaba en manifestaciones populares , regaba afiches ,volantes  y comunicados entre los diferentes colegios y se los hacía llegar a los estudiantes , recuerdo una vez que fui al colegio de luna me vio de largo y la vi deseaba que nuestras miradas se cruzaran  pero, pero, ya no , ya no me vio igual , termine mi misión y me fui a casa muy triste algo pasaba. 
Recuerdo que había estado de sitio en la cuidad  después de las seis nadie podía andar en la calle  era muerte segura caminar a esa hora, sin embargo el amor es casi suicida si eso , fui en la tarde estuvimos hablando me despedí casi mordiendo la aguja del reloj las siete de la noche salí a la calle estaba oscura, camine hacia el sur en línea directa de la casa de ella buscando el centro de la ciudad, mi casa estaba como a dos kilómetros de distancia, entre calle y calle fui caminando con un poco de miedo , me faltaban como 25 metros para alcanzar la esquina más próxima y fijo mi mirada en línea recta , cuál es mi susto cuando veo dos columnas de soldados arrecostado a las paredes caminando de frente a dónde venía yo , corrí  arrecostado a las paredes de las casas y ya los soldados me vieron pero alcance la esquina rápidamente doblo y ahora sí a correr a todo pulmón , era una pequeña cuesta , yo llevaba ventaja a los 100 metros arriba era plano así que no les quedaba fácil el blanco sin embargo siempre me dispararon los chispazos de los disparos  brincaban en la ascera  , ya yo iba largo recordé que por ahí  había una casa de seguridad o resguardo para revolucionarios ahí estaba mi hermana mayor y un compañero , me vieron llegar y me preguntaron que qué me pasaba que estaba tan pálido , había razón .
Pase una semana en otra finca donde otros tíos la situación en la cuidad estaba muy fea , los soldados habían capturado a un compañero muy cercano , dicho sea de paso  con el estábamos formando un movimiento de jóvenes revolucionarios , debido a las horribles torturas  el compañero hablo de más y muchos tuvimos que escondernos.
Siempre daba vueltas por mi mente Luna
Luna tiene que saber mis sentimientos , tiene que saber cuánto la quiero ante cualquier cosa que suceda.

Llegue al fin a su casa hable con ella abrí mi corazón mis sentimientos y ,,,,
Imposible no Fabricio
es imposible , me acerqué tanto a su rostro que vi los pequeñitos lunares  de su cuello, las cejas bien delineadas , sus ojos, sus labios , sentí su olor , también el desprecio , no pude más .

Entre el amor y el tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora