My only sunshine.

Capítulo 2

Llego a la escuela màs  grande y fabulosa que e visto, esta repleta de nuevos estudiantes, padres, maestros, etc.
Estaciono el coche y saco mis cosas de la cajuela, las cuales con mucho esfuerzo, esta repleta  de ropa nueva,accesorios nuevos, maquillaje nuevo, en fin, muchas cosas totalmente nuevas.
Me pongo en marcha en busca de mi nueva habitación, la cual encuentro con mucha facilidad para mi parecer.
Entro y veo a una chica que esta acomodando su ropa en el diminuto closet,es rubia, con un playera todavía más pequeña que la mía y un short que es casi inexistente.
Dirige  la cabeza hacia mi y me ofrece una sonrisa radiante, cielos, es extremadamente guapa, le hago el mismo gesto y me dirijo a mi nueva cama para empezar a desempacar mis pertenencias.
El silencio inunde la habitación, quisiera comenzar la plática, pero soy demasiado tímida. Me prometí a mi misma cambiar esos tipos de aspectos, que me volvería una persona sociable, que tuviera muchísimos amigos, pero aquí estoy, dándole muchas vueltas a esto y sin poder decir ni una sola.
Me siento tan feliz cuando veo que la chica comienza la charla:
--Hola mucho gusto, me llamo Bella, puedes decirme Bel, en realidad, todos me llaman así-- y me vuelve a otorgar esa sonrisa radiante.
Intento otorgarle la misma sonrisa y le digo:
--Hola, igual me da mucho gusto, mi nombre es Raymond  y pues, en realidad, yo no tengo una abreviación o un sobrenombre-- me río y ella hace lo mismo.
--Serás Ray ahora--me sonríe.
--Suena genial, gracias.
--Y dime ¿también quieres estudiar psicología?
--En realidad, quiero ser escritora, por lo tanto, me metí a literatura, adoro todo eso, pero, créeme, no seré esas típicas ñoñas que se la pasan leyendo solas en su cuarto--me río.
--Yo me la paso leyendo en el cuarto.
Mierda, la e cagado ¿por qué no puedo cerrar mi maldita boca de una ves?
--Perdóname, yo solo...
--No te preocupes-me interrumpe- lo dije en broma, en realidad, me da hueva leer, tendrás que ayudarme.
--Será un gusto.
Empezamos a hablar sobre lo fantástico que son nuestras carreras, y sin darnos cuenta , hemos terminado desempacar.
--¡Al fin acabamos! ¡Es Genial!-dice Bel.
--Lo sé.
--Vamos a la cafetería, muero de ganas por una rica hamburguesa--dice antes de tomarme por el brazo y jalarme antes que pudiera negarme.
El hecho de pensar en que hay demasiada gente me aterra, pero, daré lo mejor para ser lo más sociable posible.
Al parecer Bel es muy conocida, a saludado en todo el trayecto hacia la mesa, y yo intento imitarla.
--Esto se ve delicioso ¿no quieres?
Bel eligió una hamburguesa con papas fritas y un refresco, mientras yo elegí una ensalada y limonada.
--No, gracias- le digo con dulzura.
--No me digas que eres de esas locas que se mueren de hambre solo por tener ese cuerpazo que tu tienes, por que ¡Mírate! ¡Eres bellísima!-exclama en un tono tan alto que todas las miradas se dirigen hacia mí , incluso la de un chico con una expresión de odio en su rostro.