Capitulo 12

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Salgo de la ducha y empiezo a vestirme, opto por un incómodo top con la frase "Fuck you" (creo que queda ala perfección) y unos jeans negros pegados.
Vuelvo a poner los tenis blancos de esa ves.
Opto por solo ponerme rímel y un poco de labial rosa. Mis mejillas están lo suficientemente rosas esta mañana por alguna razón...
Espero a que Trevor.
Llega justo al tiempo acordado, pero  mira con total desaprobación.
--¿Por qué volviste a usar eso?
--¿No te gusta?
--No tiene que gustarme a mi, aunque claro, te ves buenísima y me da ganas de tocarte todo tu hermoso cuerpo, pero, debe de gustarte a ti ¿te gusta?
--Pues...
-Lo sabía, ahora cámbiate para que podamos salir, muero de hambre. Te espero afuera.
Sale de la habitación sin agregar más.
Desesperadamente busco mi antigua ropa.
Uso de nuevo mi suéter tejido a mano que me hizo mi abuela y unos pantalones de mezclilla cómodos.
Decido dejarme los tenis, ya que estos si son de mi agrado.
Salgo de la habitación y me lo encuentro de enfrente:
--Mucho mejor- me sonríe con dulzura y me toma de la mano.
Caminamos así hasta dirigirnos a su coche.
--Bien ¿a dónde la llevo señorita?-me dice de manera juguetona.
--A donde tu quieras-le guiñó el ojo.
--Eso me gusta-y me mira de manera picara.
El trayecto es muy tranquilo, empezamos a hablar sobre que comidas nos agradan y cuales no.
Es increíble que tengamos tanto en común.
Ambos odiamos los hot-dogs, las espinacas, el pescado, la mayonesa, la catsup y la mostaza.
Ambos amamos la pizza, las hamburguesas y todas esas mierdas(excepto lo ya mencionado)
Terminamos yendo a un pequeño restaurante de comida rápida.
Pedimos pan francés y huevos con jamón y de bebida, naranjada.
-Estos son los huevos más deliciosos que e comido- digo mientras tomo naranjada.
-Y eso que no has probado los míos- me guiña ojo.
Me atraganto con el agua y empiezo a toser.
El empieza a partirse de risa mientras me sigue diciendo obscenidades.
-Imaginatelo, mi verga en tu boca, mi verga dentro de ti, mi verga...
-¡YA BASTA! -digo cuando vuelvo a la normalidad.
Ambos nos echamos  a reír.
Después de una dos horas de charla, nos ponemos de pie para dirigirnos al coche.
Una ves adentro, me dice:
-¿Qué harás hoy?
-Avanzare proyectos y tareas.
-Que aburrida.
-Que flojo.
-No es eso,  pensaba en que podíamos salir un rato... No se... a un parque o a donde quieras...-dice mientras se pone rojo como un tomate.
¿Es una cita? Nunca lo había visto tan nervioso.
-Suena genial- le sonrió con dulzura.
-¿De verdad? -sus hermosos ojos se llenan de brillo.
-No podría hablar más en serio-sonrio.
Me otorga una amplia sonrisa y empieza a conducir.
Terminamos yendo a un inmenso parque repleto de flores, árboles, puestos de helado, una fuente, entre otras variedades.
--Que hermoso es este parque -digo con los ojos puestos en las flores.
--¿te gustan las flores?
--Me encantan, en especial las rosas amarillas.
--Que rara eres.
--Cállate, tu también lo eres- lo empujo de manera juguetona.
Sin esperarmelo, me toma de la mano y me susurra:
--Entonces somos raros juntos.

My only sunshine.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora