Primer sueño: lobos en la casa.

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Nos encontrábamos corriendo en el bosque, agitadas por la velocidad que teníamos que tomar para que las extrañas criaturas gigantes no nos alcanzaran, ni siquiera las pudimos mirar detalladamente, solo sabíamos que eran peligrosas. Todo pasaba muy rápido, ni podía recordar en qué momento todo esto empezó.
- *Por favor, que te empiecen a corretear unas criaturas que no sabes ni que son no es algo normal, ¡Que no sea real, que no sea real!* - solo me limitaba a pensar eso en todo el trayecto, que por cierto, en el que había sentido que llevábamos kilómetros.

Poder desaparecer de sus vistas antes de que fuera demasiado tarde era nuestro propósito, pero empezábamos a agotarnos y parecía que esto no tenía fin, o si, el fin en el que nosotras moríamos. Nos apresurábamos a llegar a nuestra casa en el bosque que no podíamos ubicar con claridad porque la oscuridad dificultaba nuestra orientación, de un momento a otro una de ellas se pone enfrente de mis 3 primas y de mi, justo en mi dirección, este tenía un pelaje abundante, ojos oscuros y llenos de malas intensiones, se podría describir como un lobo, pero estaba segura de que no nada más era eso. Me miró a los ojos así como yo mire a los de la criatura, y no pude encontrar nada más que satisfacción en ellos, y por la situación, imagino que era la satisfacción de ver el miedo en los míos, se acercó con cuidado, disfrutando cada momento, parecía que se alimentaba de nuestro temor y eso le gustaba, por nuestra parte, nos dedicábamos a retroceder y tratar de no entrar en pánico, pero eso era imposible. Cuando la criatura se acercó lo suficiente a nosotras, tanto que podíamos sentir un poco de su respiración, se escucha a lo lejos un aullido, esta se alarmó, nos vio con rabia y se fue con rapidez de ahí. Lo único por pude decir fue:
- Dios si existe.

Se sentía un alivio inimaginable, estar al borde de la muerte no era nada bonito, y era algo que antes no me importaba, pero ahora, agradecía cada segundo de mi vida a Dios.
Regresamos a casa apresuradas, con esperanza de que ningún otro "lobo" se apareciera por el camino, ninguna había dicho ni una palabra, todas estábamos en shock todavía, pues claro, casi moríamos. Entramos en silencio y nos encontramos con nuestras mamas, la verdad, fue el sentimiento más satisfactorio que había tenido en mi vida. Todas abrazamos a nuestras respectivas mamas y comenzamos a llorar, ellas con cara de preocupación se limitaban a acariciarnos el cabello y preguntarnos qué era lo que estaba pasando, después de que les contáramos que sucedía, lloraron ellas por pensar en el hecho de perder a sus hijas, y al igual que yo, le agradecieron a Dios.
Pusimos cerrojos lo más fuertes que pudimos en la casa, solo nos quedaba esa noche ahí y al día siguiente nos iríamos a nuestras casas en la ciudad.

Enserio, como deseaba que ya fuera el día siguiente.

Estábamos las 6 en en mi cuarto, en el segundo piso,cuando una de mis primas salió a tomar agua, lo extraño empezó cuando ella salió y no se escucho nada, no se escucharon pasos hacia las escaleras y tampoco pasos bajando las escaleras, se me hizo demasiado extraño porque siempre se escucha cuando alguien camina en esta casa, le dije a su mama lo que pensaba y ella me dio la razón, se dio cuenta de que estaba demasiado callado afuera del cuarto por lo que junto con mi mama y mi otra prima salieron, con ellas pasó lo mismo, me asusté mucho por lo que abrí la puerta y todo estaba negro, no había luz, más que la que provenía del cuarto y solo era una pequeña línea porque no había abierto la puerta por completo, y desgraciada línea, que gracias a ella vi el rostro que nunca se me va a olvidar, mi mama diciéndome con gestos y con una cara de horror que no salga de la habitación, después de eso una masa de pelaje se puso en mi camino y yo cerré rápidamente la puerta. Ya no podía hacer nada y me maldecía por eso.
Estábamos solas mi tía y yo, totalmente solas, en un bosque, lleno de "lobos" que nos querían comer. Seguía sin entender como todo esto paso, pero ya quería que acabara. Mi esperanza y fe me decían que mi familia no había muerto, pero mi cerebro me decía todo lo contrario.

Después de esa noche, pasamos 4 noches más ahí, en las horas de oscuridad, no se escuchaba absolutamente nada afuera y eso era lo que más me asustaba, el en día tampoco podíamos salir, durante las horas de sol, se escuchaban ruidos afuera dándonos a entender que ellos seguían ahí, pero parecía nada más ser por ratos, al parecer vigilaban cada tanto tiempo.
Nos pudimos alimentar con la comida que habíamos llevado a mi cuarto el día en el que mi familia murió, teníamos mucha hambre ese día por lo que llevamos un buen repertorio y mucha agua, gracias a Dios.
Lo peor de estar encerradas, era estar con mi tía, que no sé cuál era su razón, pero no dejaba de hacer ruidos, creo que esto de estar encerrada ya la estaba afectando seriamente la verdad, solo reía y brincaba como loca, y no seguía mi plan, que era quedarnos calladas hasta que los lobos se enfadaran y se fueran, pensando que morimos ahí.
Una noche de desesperación de estar encerrada con ella, decidí escapar.

- *Si no muero aquí encerrada, moriré afuera, ¿ qué más da? - pensé con fastidio

Empecé a amarrar cobijas con ayuda de mi tía, abrí la ventana de mi habitación que daba al patio, que por suerte no estaba barbeado, eran aproximadamente las 5 de la mañana, estaba por amanecer y yo tenía que salir de ahí rápido, corriendo el riesgo de que hubiera lobos en el piso de abajo, baje con cuidado la pared de la ventana, cuando baje y vi que no había nada, le dije a Dios: "Dedicare mi vida completa a ti, te lo juro" sonreí con alivio, y me fui corriendo de ahí.
El sol me alcanzo cuando yo iba saliendo del bosque, y no me encontré con nada en el camino. Conseguí ayuda que me llevo a el lugar más cercano con doctores, policías y donde posiblemente hubiese un cazador que me pudiera ayudar.
Aproximadamente a las 8 de la mañana   estaba en busca del cazador, ya había ido a revisión de médico, me alimente adecuadamente para agarrar fuerzas, y empaque un poco para mi tía, que tenía esperanza de que siguiera con vida. Como era de esperarse, nadie me creyó lo que les dije, sonaba demasiado loco, lo sé.
Después de una hora de buscar a un cazador, finalmente lo encontré, le pedí refuerzos ya que yo sabía que no podía solo con los lobos si se llegaban a asomar.
El cazador ya los conocía por mi suerte, ya había peleado con varios de ellos por lo que le facilitó aceptar mi petición de buscar a mi tía, parecía que todo salía a la perfección omitiendo el hecho de lo que realmente había pasado, que mi familia murió, y mi tía está loca.

Entramos por el camino por el que yo había salido del bosque horas atrás, los 5 cazadores y yo. Era de día por lo que facilitaba la visión, yo solo quería llegar ya a nuestro punto deseado. A lo lejos visualice la casa, le dije al cazador que era esa casa de la que le había hablado y nos dirigimos hacia allá. Con cuidado subimos las escaleras, todos estábamos armados, muy armados la verdad, cuando llegamos y vimos el camino despejado, encontré a mi mama lastimada, al igual que mi familia, comencé a llorar de alegría al saber que no estaban muertas, y yo pensando todo este tiempo que las había perdido, las ayude a levantarse, teníamos que actuar rápido si no nos queríamos arriesgar a que llegaran a atacarnos esas bestias, les dije a los cazadores que fueran a buscar a mi tía que se encontraba en el cuarto, esta estaba demasiado asustada, apenas se podía mover.
Yo solo pensaba en como mis tías y primas pudieron sobrevivir sin comida todo este tiempo, esto fue un milagro, lo sé, me escucho muy religiosa, pero no tenía otra explicación lógica para mí pregunta. Salimos del lugar sin problemas, al parecer los lobos ya había dejado ese bosque, por nuestra suerte.

Fin

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⏰ Última actualización: Jul 08, 2016 ⏰

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