1. El viaje

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Ya son las 9:00 de la mañana y estoy dentro del autobús mirando desde la ventana como mis padres se despiden de mi. Para ser sincera yo en lo único en lo que pienso es en mis amigas y en lo bien que lo van a pasar hoy por la noche en el primer concierto que van a dar 1D aquí en Madrid, pero bueno yo ni puedo hacer ya nada creo que lo único que voy a poder hacer es disfrutar del viaje y pensar en lo que les voy a decir a mis abuelos cuando les vea.
Alguien interrumpe mis pensamientos y veo a un chico joven que esta mirando el asiento que hay a mi lado que esta justo en el pasillo.

-Perdona ¿sabes si este es el asiento 35B?.

-Supongo porque mi asiento es el 35A. Así que creo que este que tengo a mi lado será el 35B pero de todas maneras puedes mirarlo aquí.-y señalo donde se apoya la cabeza en la que cosido esta el número 35B y me empiezo a reír y el conmigo. Pero que chico más despistado.

-Madre mia pero que cabeza tengo.

El chico se sienta y el conductor del autobús nos avisa que ya vamos a salir de la estación. Desde la ventana hago un gesto sutil despidiendo a mis padres y al rato recibo un WhatsApp de mis padres.

Nena pasalo muy bien y cuando lleges da un toque.Te queremos.

El autobús empieza a moverse y directamente cojo mis casco, pongo una canción relajante porque la verdad es que no me haría ni pizca de gracia marearme.

El chico de los ojo verdes me esta mirando y lleva así desde que llegó a la casa de mis abuelos. Todos los niños estamos jugando en el amplio patio mientras que nuestros padres cenan en el comedor. Estamos jugando al pilla pilla. El chico de ojos verdes tiene que pillarnos. Pilla a todos menos a mi. Estoy escondida dentro de una habitación que da al patio, se que no me puedo esconder allí pero me da igual a mi ese chico no me cae bien. La puerta se abre y el chico de los ojos verdes me pregunta que ¿Porqué? no quiero salir de allí. Le contesto que no quiero jugar con él. El chico de los ojos verdes se acerca y me coge de la mano. Me pongo nerviosa. Le digo que me suelte. No me suelta. Lloro. Quiero que me suelte la mano.
-Quiero que sepas que estas ...

-¿Perdona? ¿Perdona? ¿Estas bien?

Noto que una voz familiar intenta hacer que vuelva a la realidad y me despierte del sueño. Abro los ojos y veo que el chico que se sienta a mi lado me mira con preocupación.

-Dime -contesto mientras que me quito los auriculares.

-¿Te encuentras bien?

- Eeeem si -respondí extrañada.

-Es que mientras dormías no paradas de susurrar cosas y me estaba preocupando. Por ciento yo soy Adrián.

En ese momento me moría de vergüenza. Vale se que hablo en sueños pero hacerlo delante de alguien que no conozco me resulta bastante incomodo.

-Encantada yo soy Clara.

-Clara, me resulta familiar ese nombre. ¿Nos conocemos?-pregunto Adrián.

-Yo creo que no.
Me puse los casco y mire por la ventana. Estábamos pasando por los nuevos túneles de Despeñaperros ( a mi me gustaba más cuando íbamos rodeado las montañas y podíamos ver el paisaje) eso significa que solo quedan al rededor de tres horas para llegar a Motril.
El tiempo transcurría y yo lo único que intentaba era olvidarme de aquellos ojos verdes. La gracia es que ese tal Adrián de vez en cuando le pillaba mirándome.
Yo solo deseaba llegar lo antes posible al Motril para luego cogerme un bus hasta Salobreña y llegar a la casa de mis abuelos ya.

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⏰ Última actualización: Sep 17, 2016 ⏰

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