Había pasado exactamente un día, la fiesta fue en día sábado, el domingo fue cuando la Generación de los Milagros le ayudó a limpiar
Hoy era lunes...
La molesta alarma sonando quien sabe cuantas veces, la tomó en su mano aun hasta la cabeza con las sábanas, y la arrojó lejos, quizá haciéndola pedazos, »de nuevo«
Se estiró en la cama, sin ganas de ir a la escuela. Tenía demasiado sueño. Pero Kuroko seguramente lo mataría si no iba, además hoy tenía algo muy importante que hacer.
Fue cuando calló en cuenta en la hora que había visto en la alarma, se paro deprisa de su cama, metiéndose a bañar lo mas rápido que pudo, al parecer su ducha estaba en su contra, ya que no había agua caliente.
Al salir se puso su uniforme, tomando su bolso, y tratando de arreglar el salvaje cabello que tenía hoy, pero no puedo, parecía un nido de pájaros
Con cuidado de no tropezar en las escaleras fue a la cocina preparando su favorito; Pan Tostado.
Le unto mantequilla, lo puso en su boca para salir corriendo de la casa e ir lo mas rápido que podía a la estación
Fue cuando se paro cerca de las vías esperando el tren que le llevaría a la escuela
- Gracias por esperarme - Se escuchó una voz sarcástica seguido sintió que le propinaron un sape en su nuca
- ¡Tatsuya! - Se quejo al ver como lo que restaba del pan tostado caía de su boca, pero su hermano la atrapo para el llevarla a su propia boca
