-Ellas son Susan y Katy -señaló a las gemelas coreanas y ambas me sonrieron.
-Un gusto- pronuncié y las chicas asintieron.
-Y ellos son Tom-lo señaló- él experto en computadoras y Greg él experto en estadísticas- dijo y saludé a ambos.
Tom era delgado, con él cabello lleno de pequeños rulos, era de tes morena. En cambio Greg tenía el cabello lacio, llevaba unos lentes y sonreía, bastante bonito.
-Bueno- dijo el profesor- Como saben hay que practicar para la competencia así que, practiquen-terminó sencillo.
Pily tomó mi mano y me guió hasta un banco, colocó una silla en frente y se sentó.
-¿Cómo se supone que practicamos?-pregunté y rió.
-No practicamos, perdemos él tiempo antes de ir a nuestras casas-dijo y sonreí.
Estuvimos haciendo un "experimento" que consistía en hacer la mayor torre de latitas de refrescos.
Todos reíamos.
-Es hora de irse, chicos- suspiró el profesor.- antes de que se vayan - escribió unos digitos en el pizarrón. -por si tienen alguna duda. -confirmó mi duda. Era su número de teléfono.
Lo miramos y cada uno fue por sus cosas. Salí por las puertas del colegio y me sobresalté a causa del sonido de un trueno.
¿En que momento había llegado la tormenta?
El viento soplaba fuerte y hacía que las copas de los árboles se movieran de un lugar a otro.Un auto bastante lujosos se frenó y cargó a las mellizas, probablemente eran sus padres.
Tom y Greg se fueron y Pily quedó parada a mi lado, mirando el oscuro cielo.
-¿Quieren que las lleve? - escuché su aterciopelada voz preguntar.
-Sí - respondió Pily por ambas y lo seguimos hasta su auto en el estacionamiento.
Un Mercedes, Pily se subió en la parte trasera dejándome, más bien obligándome a subir en la butaca de acompañante.
Me coloqué el cinturón cuando ya estaba adentro y el profesor colocó el automóvil en movimiento.
Miraba la cambiante imagen en la ventana.No hubo plática hasta llegar a la casa de Pily.
-Hasta luego - dijo cuando se bajó del auto.
-Hasta luego Pily - pronunció el profesor y asenti mirándola.
Él me miró y me sonrojé un poco, me hacía poner nerviosa en cuestión de segundos.
-¿A donde te llevo? - preguntó y pensé la respuesta en mi cabeza.
-A donde quieras... - dije para mis adentros, tontos pensamientos.
-Maddie - habló y reaccioné.
Le di mi dirección y volvió a mover el vehículo.
-¿Qué tal te fue con los chicos? -preguntó y sonreí.
-Bien, son muy divertidos y me ayudaron - pronuncie y asintió sin despegar la vista de la carretera.
El auto se detuvo y supe que habíamos llegado a mi casa. Suspiré y preparé un poco mis cosas.
-Gracias, Profesor - pronuncié y asintió.
-No tienes porque agradecer, es más tengo que agradecerte por entrar al club - habló y sonreí.
Me acerqué para despedirme de él y él hizo lo mismo, así que estábamos a unos escasos centímetros.
-Gracias... - susurré, sentía su delirante aroma llenarme por completo. Era menta dulce.
ESTÁS LEYENDO
El Diario de mi Alumna #Wattys2016
Teen FictionUna alumna cansada del cotidiano bullying se refugia en su profesor de matemáticas.