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Este momento te lo dedicó a ti, si tú, el que me prometió que no todo sería perfecto pero que siempre estaría ahí, para mi.
No se de que manera explicarte, que estando aquí, acostada en mi cama se me vienen a la mente una y mil maneras de decirte todo lo que siento o sentí en su momento, pero se que a este grado las palabras sobran.
Tal vez fue mi culpa por celosa, tal vez la tuya por prometer y no cumplir.
Tal vez fue culpa de los dos por dejar de insistir o mía en su totalidad, por idealizarte de una manera, olvidando que seguías siendo un ser humano común y corriente con sus defectos y errores.
No, no te voy a echar en cara que nuestra relación término y tampoco voy a maldecir el momento en que todo comenzó, porque, a pesar de mi orgullo se reconocer cuando algo realmente valió la pena.
Sólo me queda desearle lo mejor, en su travesía por el mundo y dejar en claro que no hay dolor (si, ya no hay dolor) ni rencor alguno (puede que sea extraordinaria esta revelación, pero a base de dolor y rencor uno no sale adelante) y de mi parte, no hay nada que perdonar, lo pasado pisado como siempre fuimos fieles a esa filosofía.
Y en el momento que quieras hablar, ya sabes donde encontrarme.
Tal vez no será hoy, ni mañana ... Pero se que  será  en su momento.

Querido ex amor:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora