¿Porque estoy aqui?

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Y las interminables noches y días se las pasaba en aquel sanatorio, visitando, hablando, y a cada momento enamorándose más de aquella chica, que parecía que sin ninguna razón estaba en ese lugar. Se lo conocía de memoria, por dentro y en cada una de las habitaciones un blanco tan sobrenatural, que daba un aspecto de total pureza y calma, pidió un traslado, para poder estudiar como interno, dentro del lugar, pues se le hacia difícil ya no estar cerca de ella, se volvió una parte vital para él.

Pero cada vez que tocaban el tema de por que ella estaba ahí, ella simplemente sonreía, de una manera maquiavélica y decía "mis padres..." y una pausa interminable se hacia presente; así que el moreno, simplemente cambiaba el tema, no quería ni siquiera preguntar a los doctores, tenia un poco de miedo, de saber con exactitud lo que ella tenia.

Desde el lunes hasta el miércoles ella no daba la cara, mas bien, los enfermeros decian que ella permanecía aislada, así que para Sasuke era imposible verla en esos dias, pero cada uno de ellos la incertidumbre de saber que fue lo que paso, lo agobiaba, lo asfixiaba, por eso, trataba esos días de mantenerse relajado, pero sin conseguirlo.

-"no me digas que ahora te has enamorado de una loca" -bromeaba Naruto, cuando lo veía afligido, pues ya era normal verlo así.

-"te he dicho que no la llames así" -repetía enojado, cuando él mismo utilizaba esos términos, antes de conocerla.

-"Y cuando tendré el gusto de conocerla" -sonrió, le daba gusto ver a su amigo algo ilusionado.

De nuevo el sonido incesante de un taco golpeando el suelo cortó la conversación al ver como una rubia con sus ropas excesivamente ajustadas caminaba en dirección a los dos chicos que minutos atrás estaban conversando, a diferencia de otros días, tenia la cara arrugada, mas bien fruncida y muy molesta, con algunos cuadernos en sus manos, y una mochila cargada en el hombro.

Aventó los libros, cuadernos y mochila sobre la mesa y se sentó haciendo mucho ruido llamando la atención de ambos chicos, que la veían extrañadamente.

-"Naruto, déjanos solos" -sentenció la muchacha sin subir la mirada, con la vista fija en la mesa.

-"Un placer" -mascullo con sarcasmo, y se alejo, la chica estaba de pocas pulgas.

-"NO PUEDO CREER QUE ESTES MAS TIEMPO EN UN LUGAR LLENO DE LOCOS QUE CONMIGO" -le importo nada estar en la biblioteca y con todas las miradas sobre ellos.

-"si no te gusta, te puedes ir" -dijo molesto, comenzaba a odiarla.

-"como... no lo decía con ese fin amor" -cambio su tono de voz, a uno de sumisión, había metido las patas.

-"como te dije, SI no te gusta, VETE" -espetó con odio, la veía con asco.

Estaba buscando el pretexto justo para terminar con ella, y la rubia se lo trajo en bandeja de plata, así que no lo iba a desaprovechar, sonrió al ver la cara ahora un tanto triste, pero sin ocultar el enojo que cada palabra que el moreno decía, ¿acaso la chica pensaba que lo tenia comiendo de su mano?

La Yamanaka temblaba con rabia e impotencia, su "fondo monetario" se le estaba escurriendo de las manos y por su culpa, comenzó a ver para todos lados, buscando algo que la saque del problema, pero todas las chicas la veían con triunfo, y los chicos, al igual que el Uchiha con asco.

-"Terminamos" -tomo sus cosas, entre ellas un libro que decía "detrás de la calma" y salió sin mas.

Dejando a la chica absorta en sus pensamientos, queriendo mandar a todo el mundo al diablo.

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Entre la unión de dos paredes tan blancas como las nubes se encontraba una chica de cabellos extrañamente rosas con las piernas recogidas y ambos brazos sobre las rodillas, hundiendo la cabeza en el espacio que le dejaban entre los brazos y el pecho, estaba vestida de blanco, con las mangas muy largas, esto hacia que sus brazos y manos no se vieran. Bajo sus ojos un inusual color rojo se esparcía como si hubiera llorado, pero de sus ojos no salía una sola lágrima. Ni había rastros de que hubiera estado llorando. Y sus pupilas tan dilatadas como si estuviera en la espesura de la noche.

Paredes BlancasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora