-45... 45... por favor...- susurraba, mientras veía la báscula.
-50.-marcó.
Y no estaba felíz.
Porque cincuenta no es cuarenta y cinco.
Y él quería pesar cuarenta y cinco.

-45... 45... por favor...- susurraba, mientras veía la báscula.
-50.-marcó.
Y no estaba felíz.
Porque cincuenta no es cuarenta y cinco.
Y él quería pesar cuarenta y cinco.