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Ya llevan mucho rato leyéndome y nunca me presenté, así que aquí voy: tengo 18 años, sí, toda una pendeja, mi nombre a nadie le importa, además de ser común y fome. Soy todo lo que es alejada del cuerpo de modelo de revista photoshopeada, pero se preocuparon al menos de hacerme con ojos de color, lo que considero mi atributo salvador, a pesar de mi enanez y mi voz chillona me va bien con los hombres, ¿hombres tiernos y sinceros? No, pero hombres, al fin y al cabo, así que me tranquiliza un poco el hecho de que, si no me encuentran linda, me considerarán simpática.
Mi primer acercamiento con los hombres y del que yo tenga memoria, fue en kínder, los dos éramos cabros chicos. No sé por qué, pero entré al jardín después de la fecha normal y mi papá me llevó al primer día, ni siquiera me acuerdo de lo que sentí en ese momento al ser la nueva, pero sí sé que lo vi y no lo deje de mirar en todo el día, era pálido y con cara de niñito bueno, no voy a decir su nombre así que lo voy apodar "ternurita. Con ternurita nos hicimos amigos ese mismo día, si siendo sinceros todos los cabros chicos somos amigos y vivimos felices por siempre, obviamente me hice más amigos aparte de él, pero a mí me gustaba tenerlo cerca. Pasaron semanas y semanas y nuestra amistad pendeja seguía, hasta que un día la tía nos preguntó lo que todo el mundo siempre pero siempre les pregunta a los niños: ¿Qué quieres ser cuando grande?, y él respondió que quería ser veterinario por su amor infinito hacia los animales, y fue ahí cuando sentí que era el amor de mi vida.
PERO no todo es así nomás, apareció otro compañero de curso y llegó a revolver mi pequeña cabecita ya confundida, siempre se acercaba en clases coquetamente, tampoco diré su nombre, así que por sus características le voy a poner "coquetito". Todavía me acuerdo cuando nos llevaron a todos al parque a las típicas actividades: hacer nada, y no sabía si jugar con coquetito o ternurita, me sentí la peor del mundo, mi corazoncito estaba más dividido que partidos políticos encontrando un bien común. A pesar de mis esfuerzos amorosos con ternurita, todos fracasaron y el coquetito aprovechaba todas sus oportunidades: para mi cumpleaños me regaló una tarjeta gigante de las chicas superpoderosas (mis dibujos favoritos de toda la vida) que decía algo como que me quería mucho y que esperaba que nuestra amistad siguiera por muchos años, y yo como buena pendeja enamorá, me creí toditas sus palabras.
Nos graduamos y nunca más los vi, o quizás sí, pero muchos años después en un pre universitario me encontré a ternurita, estaba súper cambiado y me mató todas las pasiones, pero me alegré de poder haberlo visto, aunque no me acerqué a él porque no sabía qué decirle: hola, fuiste el amor de mi vida cuando tenía 5 años.no. Y más grande me di cuenta que en kínder no sabíamos escribir bien y era imposible que el coquetito me hubiera escrito una carta así, pero guardé la esperanza de que al menos él le dijera a su mamá qué tenía que escribir, hasta ahora las guardo y quiero que se quede así. Nunca más nos hemos vuelto a ver, así que coquetito si estás leyendo esto: búscame):
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Mi Verdad by Una Inadaptada
Teen Fictionesto es para todas la luchadoras,soñadoras y por sobretodo las rompecorazones<3 cuando creas que todo vale nada,aquí descubrirás que todo tiene un porqué,descubrirás la libertad,aprenderás de coquetería y ojala te sientas identificada porque lo hi...