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Hoy llegué temprano, que lo haga no pasa más de una vez en 1000 años, en eso llega a Nathanaël, mientras nos íbamos a sentar, empezó a hablar.

–Bueno, ¿Qué tenías que decirme?

–No es que te diga, es que me ayudes. -sonrío apenado.

–¿Qué quieres decir? -pregunté.
–¿Si recuerdas a Chloé? Ya que no te ha hablado o molestado pero supongo que sí. -sonrió.

–¿Qué tiene?

–Es que, me siento enamorado de ella, no sé por qué o como, pero así es. -bajo la mirada.

–¿Con esa bruja? -dije sorprendida.

–Sí, esa bruja. -rió un poco.

–¿y cómo querías que te ayude? -sonreí

–No lo sé, enamorarme de alguien más, o hacer algo; sé que a ella obviamente no le gusto o gustare, es Chloé; realmente no sé que hacer.

–Mala suerte con enamorarte de brujas.

–Una bruja rubia oxigenada tal vez, no sé si sea natural. -se rió.

–No creo que sea natural. -me reí

–Aún que..

–Qué?

–Me empezó a dejar de gustar poco a poco Chloé, no sé si seguir enamorado de ella, me había empezado a interesar alguien.

–Que no sea Sabrina, Por favor.

–¡Claro que no! Ella es hermosa pero callada.

–No ni que decirte.

–Acaba de llegar. -sonrío, a lo que yo vi quien estaba en el salón.

La única que apenas había llegado era Juleka.

–¿Ella? -sonreí.

–Ella.

–Por favor quédate enamorado de ella, enamórate de ella, cásate con ella; hacen muy linda pareja.

–¿Tan así..? -vi cómo se sonrojaba.

–Sí, pero recuerda, me invitas a la boda.

–¡Marinette! -se tapo la cara con las manos.

–Solo jugaba, Tomatito, déjame ir a sentar donde estaba con Adrien, para que tu dama se siente contigo.

–Está bien.. -me sonrió y me fui a sentar.

Al voltear vi como Juleka saludaba a Nath con una gran sonrisa, nunca la había visto sonreír; tal vez hasta se gustan mutuamente.

–¿No ibas estar con Nathaniel?. -dijo Adrien mientras me miro sentada.

–Ya hablamos lo suficiente. -le sonreí.

–¿Ah? -me miro confuso.

–Olvídalo. -me reí.

Capitulo cortito hasta ahora? ;v;

Dime la verdad. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora