Capítulo 10

88 4 0
                                    


Ha pasado mucho tiempo desde que dejé el internado. Tetsu me invitó a ir a la graduación, pero por supuesto no quise hacerlo.


Terminé mis estudios en un instituto normal y corriente, pasando totalmente desapercibido, ni amigos, ni novios, ni nada...


Empecé la universidad alejándome de todo lo que tenía que ver con mis antiguos compañeros, a pesar de que veía alguno en las noticias locales, cuando empezaban a despuntar con bandas de Visual Kei que tocaban sonidos realmente estridentes.

Estudié bellas artes, lo que yo siempre habría querido hacer de no ser por mi afición a la música. No puedo distinguir los colores brillantes,por lo que me costó bastante hacer algunas cosas, pero mis compañeros de allí me ayudaron, realmente.


Ya no éramos unos críos, éramos adultos, y precisamente por eso pudimos crear un ''grupo''. No una banda, un grupo de amigos, amigos de verdad. Un par de chicos que soñaban con ser directores de cine,una chica que fantaseaba con pintar caricaturas en una avenida parisina... Y luego estábamos Yusuke y yo.


Yusuke Yamamoto, un chico maravilloso. Activo, alegre, siempre estaba sonriendo... Quería ser actor, a pesar de que siempre decía que era un sueño estúpido, él realmente quería conseguirlo. Por eso no serió de mí cuando le conté mis antiguos sueños de estrella de rock. Es más, me animó a que lo consiguiera. En mi veintidós cumpleaños, me regaló una guitarra, porque sabía que había roto la mía en un arranque de furia un par de años antes.


Y lloré, lloré de emoción en medio de aquella pequeña celebración improvisada en mi residencia de estudiantes.


-Pero no llores-Yusuke empezó a reír-¿Tan mal la he elegido?-


-Es...es perfecta...-sollocé, apretándola contra mi pecho


Era una guitarra preciosa, tan preciosa como la persona que me la había regalado. Esa noche, cuando terminó la fiesta, Yusuke se quedó conmigo a recoger.


-Ha estado bien, ¿eh?-sonrió mientras tomaba un par de latas de cerveza vacías


-No tenías por qué quedarte, puedo recoger esto yo solo-le devolví la sonrisa mientras metía toda la basura que encontraba en una bolsa-Mete las latas aquí-


-¿No separas las basuras? Por culpa de gente como tú dentro de 20 años estaremos todos muertos-lo dijo en tono serio, y luego empezó a reírse, y yo le seguí


Cuando terminamos era algo tarde, nos sentamos en el sofá y en cuanto miré el reloj no pude evitar decir:


-¿No tienes que irte? Perderás el último tren-lo miré preocupado


Sabía que él vivía algo lejos de la universidad, no había venido a la residencia universitaria porque quería seguir en casa, cuidando de su hermana pequeña. Sus padres murieron en un accidente de tráfico y...bueno... Ella iba al instituto aún, y este estaba bastante cerca de la casa que compartían. Historia de telenovela, y yo aquí, con una familia de lo más normal y un complejo de estrella del rock frustrada.


-Tu hermana se va a preocupar-mencioné, al ver que no respondía


-Tranquilo,hoy iba a dormir en casa de una amiga-


-Oh, entonces puedes quedarte aquí-le ofrecí


-Gracias...Esto... Hideto... Yo...quería hablarte de algo-


-¿Qué ocurre?-


Miró al suelo, estaba claro que le costaba hablar.


-Yo...quiero decir, tú...hace mucho que me gustas...-no levantó la mirada ni un segundo, estaba de lo más avergonzado

Mi pequeño y dulce HydeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora