ÚNICOS

Evaluaciones

Ya se había agotado el tiempo, no había vuelta atrás. Baje las escaleras ya lista para ir al capitolio de la ciudad, lugar en el cual se realizarían las evaluaciones.

Mi familia me acompañaría hasta allí, eso me tranquilizaba un poco los nervios, al menos no estaría sola.

En cuanto cruce el umbral de la cocina escuche el crepitar del aceite en la sartén, en la que mi madre estaba friendo unos huevos para el desayuno, mientras que mi  padre leía el periódico. Parecía un día normal en mi vida. Pero no lo era. A partir de hoy cabía la posibilidad de no volver a verlos y eso me estaba angustiando.

Me acerqué a ellos y les di un gran abrazo. Me miraron de forma extraña, no estaban acostumbrados a las muestras de cariño por mi parte.

-Alguien se ha levantado cariñosa esta mañana?-preguntó papá divertido.

-Solo quiero que sepáis que os quiero mucho-dije con los ojos llenos de lagrimas.

-Lo sabemos Cielo, y ahora a desayunar. No podemos llegar tarde, en un día tan importante-dijo con una sonrisa en su precioso rostro.

Me fijé en ambos como no lo había hecho antes, nunca me había planteado la posibilidad de no volver a verlos.

Mi madre era una mujer menuda, de pelo por la nuca, liso y pelirrojo; mi color de pelo lo había sacado de ella. Tenía unos dulces ojos color avellana y siempre mostraba una sonrisa a todo el mundo.

Papá era todo lo contrario, alto y rudo; pero de buen corazón. Era rubio, pero casi ni se apreciaba, ya que  llevaba el pelo demasiado corto. Tenia ojos verdes, al igual que yo,  y unas pequeñas arrugas los bordeaban, dándoles un tierno aspecto.

Los echaría de menos, no sabría arreglármelas sola, si no lograba pasar la prueba.

-¡Finnick, es hora de irnos!-grito mamá- vamos Cielo- dijo dirigiéndose a mi.

No me había dado cuenta del tiempo que había pasado, perdida en mis pensamientos.

Me levanté y me dirigí a la entrada de la casa, donde ya me estaban esperando. Empezamos a caminar y mi cuerpo a temblar debido al nerviosismo. Mi hermano debió notarlo, ya que, sujetó mi mano, en un intento de transmitirme seguridad. No me soltó en ningún momento, hasta que llegamos a la sala en la que tendríamos que esperar mi turno.

Era moderna, lujosa y exageradamente amplia, ya que debía tener espacio para todos los que seriamos evaluados y para nuestras familias.

Nos informaron al llegar, de que seriamos llamados en grupos de cuatro, por orden alfabético para ser evaluados posteriormente de forma individual.

Las horas fueron pasando y ya quedábamos menos. La mujer que se encargaba de decir nuestros nombres apareció de nuevo en la sala.

-Clarette Adams, Darrel Bell, Elton Hall y April Kunce.

En cuanto pronunció mi nombre, el corazón me empezó a latir sin control. Mi hermano apretó mi mano fuerte por última vez y después la soltó.

Me levanté de forma brusca y fui tras ella. Nos llevo a una sala cercana a la que nos encontrábamos, y nos ordenó esperar ahí hasta que escucháramos nuestro nombre. 

-Menudo carácter-dijo la chica sentada junto a mi- Hola, soy Clarette-me dijo sonriente.

-April- le informé, devolviéndole la sonrisa.

-No estás nerviosa?-preguntó- porque yo llevo una semana sin pegar ojo. No se que vaya a pasar o que vaya a tener que hacer, eso no te pone histérica. Lo siento, hablo mucho? Cuando estoy nerviosa suelo hacerlo, no te estaré agobiando verdad?

Solté un risilla, no quería reírme demasiado para que no pensara que era de ella.

-No te preocupes-dije- yo también estoy nerviosa, se como te sientes- dije sonriéndole de forma sincera.

-Distrito del Aire, April Kunce.

El sonido de los altavoces resonó por toda la sala. 

Me levanté y me despedí de Clarette con un movimiento de la mano.

-Buena suerte-me deseó.

Suspire. Abrí la puerta de la habitación, y me encontré con la que supuse sería mi examinadora, una chica bastante joven del fuego.

-Hola April-me dijo amablemente- Llámame Clare, seré tu examinadora. Estas lista?-preguntó.

-No-solté inconscientemente.

Ella se rió de mi comentario.

-No te pongas nerviosa-intentó tranquilizarme- ven, siéntate-dijo, indicando la silla que tenia frente a ella.

Mire la sala por primera vez. No era demasiado grande, pero los espejos que tenia por todas las paredes, daban sensación de amplitud. No tenia demasiado mobiliario, a parte de las sillas en las que estábamos sentadas y la mesa entres nosotras, encima de la cual había cuatro extraños objetos.

-Te explicare el procedimiento-asentí- la prueba es sencilla. Ves estos objetos?-volví a asentir- cada uno de ellos representa un elemento. La roca, representa a la tierra, la vela; el fuego, la jarra con agua; el agua y finalmente esta abanico; el aire. Te ire colocando uno a uno los objetos frente a ti, el que reaccione ante tu presencia, indicara que si no es ahora, en un futuro podras controlar ese elemento.-en cuanto pronuncio esas palabras, la esperanza llego a mi de nuevo. No necesitaba controlar todavía un elemento, podría controlarlo en un futuro. Mis nervios empezaron a disminuir.-Pero- siempre hay un pero- de darse el caso de que ninguno reaccione, serás enviada con los desterrados.

Mi cara de angustia no paso desapercibida.

-Pero esto es poco frecuente, la mayoría de las personas controlamos un elemento, no te alarmes.

Intentó cambiar mi cara con su comentario, pero no me tranquilizaba en lo absoluto. Y si yo no formaba parte de esa mayoría?

-Empecemos.

Suspire de nuevo. La suerte estaba echada. Solo me quedaba rezar y esperar que alguna de esas dichosas cosas se moviera.

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Aquí esta el segundo capitulo personas bellas. Espero que os encante, lo escribí con amor que lo sepáis jajaj

Pasará April la prueba? O tendrá que dejar a su familia? Que sucederá en esa pequeña sala?

Espero actualizar pronto, besoos :))

PD: el apellido de April, se que suena extraño, pero tiene su sentido. Kunce es un apellido alemán que significa: valentía e inteligencia, características que tiene este personaje, asique me pareció buena idea ponerle este apellido.

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