Viernes 7 de julio 2015

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Es muy temprano, aun no amanece, pero no puedo seguir durmiendo.
Después de todo lo que paso ayer no puedo pensar con claridad.

Decidí salir a caminar un rato por la colonia necesitaba olvidar todo lo ocurrido y ser un poco optimista.
Las calles aun estaban mojadas de la lluvia anterior, y estaba haciendo frío.
Después de un largo rato comenzó a amanecer, podía ver con claridad la pequeña colonia con apenas quince  casas, ya que mi casa parecía tres en una, observe detalladamente el cielo y se miraba oscuro y un poco claro a la vez, no era de día pero tampoco era de noche, se parece mucho al amor, puede ser malo pero también puede ser bueno, todo depende de como lo percibamos, puede ser hermoso  si luchamos por el, y puede ser un infierno si pasamos amando a alguien que no corresponda nuestros sentimientos y resignándose a vivir con eso.
Sin duda yo soy del grupo segundo - pensé.
  Camine de regreso a casa, y Anderson estaba sentado al lado de  la puerta de mi casa, con la cabeza gacha.
Justo en un momento inapropiado el aparece -  dije en voz baja - tienes que actuar normal Maddie,  solo tienes que ser natural, como siempre lo has echo.
Te sientes mal? Estas enferma? - me pregunto mirándome fijamente a los ojos.
Ninguna de las dos - le dije tratando de esquivar su mirada.
Que piensas tan de mañana - me dijo - te noto un poco extraña.
No pienso nada - dije.
En estos momentos lo menos que quería era verlo, y justamente aparece. 
No podía verlo a los ojos, sentía una extraña sensación en mi cuerpo, y tampoco podía hablar normalmente con el, al menos no como lo hacia antes, mi mirada siempre vacilaba y no podía concentrarme, me sentía nerviosa y sentía un dolor inevitable.
Se puso en pie y se puso enfrente mio, muy cerca.
Sentí que mi corazón se salia del pecho, me puse pálida, el solo me miro por unos segundos a los ojos.
Andas demasiado distraída - me dijo acariciándome  la cabeza.
No sabia que decir y me quede paralizada, ya había tenido dos novios y con ninguno de ellos me había pasado eso.
Andas demasiado rara -  dijo - no olvides ir a la escuela hoy. 
Camino a su casa y yo me quede ahí parada,  mi corazón aun no  se había tranquilizado.

Durante la escuela no le dirigí la palabra, quería hacerlo pero no podía, durante todo el día solo lo observaba de lejos, y pensaba el porque era el, porque me gustaba, aunque me preguntaba constantemente esas preguntas no lograba contestarlas apropiadamente y eso me entristecía.

El día paso muy rápido, y solo faltaba una hora para que mi padre llegara a cenar, toda mi vida estaba por cambiar con tánsolo dos palabras de mi padre "me ascendieron" era lo único que tenia que decir, entonces  tendría que empacar, abandonar aquella pequeña ciudad donde crecí  y tendría que despedirme de mi amor, aunque el no lo supiera  yo lo amaba, seguramente se casaría con Mayda,  tendrían hijos y serian muy felices mientras yo estaría estudiando para reemplazar a mi padre en el trabajo, me casaría con alguien mas y cuando eso suceda no recordaré todo esto. 

La hora ya había pasado y mi padre no llegaba aun, que habría pasado - pensaba y me sentía preocupada, la cena ya estaba lista. 

Tenia mucho miedo por lo que el llegara a decir, un miedo inexplicable. Subi a la azotea, para tomar un poco de aire fresco, y me preguntaba por que sentia miedo, observe detenidamente el cielo y todo mi alrededor, veia las pocas casas y las personas viviendo su dia normal, entonces pense ¿que es el miedo? sera solo la incapacidad de hacer algo con nuestras vidas o la incapacidad de reaccionar a los problemas, definitivamente es la primera-pense.

Todas las personas sienten miedo en algun momento de sus vidas, o quizas viven con el todo el tiempo, cada quien persigue sus sueños, cada quien vive su vida intentando sobrevivir, pero todos tenemos cosas en comun, aunque seamos diferentes, todos vivimos el amor con intensidad, enamorandonos de alguien, amando en secreto, pero tambien todos sentimos miedo de algo.

Mientras seguia observando mi alrededor, el sonido de la puerta abriendose me paralizo, me quede parada sin saber que hacer, tenia que bajar y recibir a mi padre y escuchar lo que me habia estado preocupando, pero sentia tanto miedo que lo unico que queria hacer era correr de ahi y no oir lo que mi padre iba a decirme; era sin duda la incapacidad de hacer algo con mi vida. 

Me arme de valor y empece a bajar las gradas, llegue a la mesa del comedor y ahi estaba sentado Anderson, recostado sobre la mesa, quizas estaba dormido, o talvez no; como pudo entrar si el no tenia llave, me acerque para despertarlo pero observe su delicado cuello blanco, se notaba que se cuidaba mucho la piel, ni que fuera una chica-pense.

De repente levanto la cabeza y me miro.

Tardaste mucho en bajar- me dijo- vi que estabas en la azotea, te hable pero no me escuchaste, parecia que estabas sumergida en tus pensamientos, a ti te pasa algo y no me lo quieres decir, sabes que puedes confiar en mi.

Mientras decia esto se puso de pie y me abrazo, me quede atonita, no sabia que decir.

Hubo una leve pausa, mi corazon latia con intensidad, aunque parecia que su corazon tambien estaba latiendo muy fuerte.

Al fin el hablo. 

Estoy muy preocupado por ti, tontita-me acaricio la cabeza- pero si no quieres hablar de eso, esta bien-continuo- solo no seas tan descuidada, la puerta la dejaste abierta. 

Cuidate- dijo con una mirada encantadora y se fue.

Al cabo d euna hora, mi padre llego, estaba muy tranquila, parecia que con solo verlo me hiso sentir segura, ya mesentia lista para oir lo que mi padre tenia que decir.

Lo siento, no pude llegar trempano, tuver que llenar papeles y cosas asi-dijo- bueno tu sabes lo que cuesta llenar los papeles de mudanza y todo eso.

No dije nada, no sabia que pensar tras oir sus palabras.

Bueno, ya que no hubo reaccion, te lo dire claramente, me ascendieron y dentro de cinco dias nos vamos para Estados Unidos, con todo incluido-dijo en tono alegre.

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⏰ Última actualización: Sep 25, 2016 ⏰

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