"¿Cómo te llamas?"
"Jungyeon, ¿y tú?"
"Nayeon. Encantada de conocerte."
Le doy una última calada a mi cigarrillo y luego lo aplasto contra el cenicero. Se ha vuelto parte de mi rutina diaria hacer esto.
Veo el final en tus ojos. Inevitablemente el dolor me sacude y desordena.
Miro el reloj. 22:30. Jihyo vendrá en 5...
4...
3...
2...
1...
—¡Im Nayeon! ¿Por qué demonios sigues en ropa interior? ¡Ya vístete y vamonos!— La voz de mi ruidosa amiga seguido por el portazo se escucha por toda la habitación. Con desgano me levanto y comienzo a buscar mi ropa. Hoy tendremos turno hasta tarde, como siempre.
Aunque no me quejo, trabajar despeja mi mente y me hace olvidar todo.
Como si desde el comienzo todo hubiera sido decidido entre nosotros.
Nuestro viaje ha terminado, con rostros cansados.
20 minutos más tarde estamos de camino a nuestro trabajo. Jihyo como siempre hablando hasta por los codos, Chaeyoung tratando de hacerme reír y yo mirando hacia el horizonte sin prestarle atención.
El auto se mueve demasiado rápido para mí gusto, lo cual me frustra porque no puedo apreciar bien la ciudad. Aunque no creo que de noche algo se pueda apreciar bien.
Durante un semáforo en rojo comienzo a fijarme en los carteles iluminados que hay cerca, hasta que uno logra hacerme estremecer.
"¡Vea a Choi Yuna el viernes, en directo desde Music Bank!"
Inmediatamente los indeseables recuerdos vuelven a mi mente.
"Estás tarareando esta canción. ¿Te gusta Choi Yuna?"
"¡Demasiado! Soy su fan número uno!"
Volteo la mirada hacia el interior del auto mientras trato de calmarme.
El mirar hacia afuera ya no se me hace tan divertido.
Este es el hotel de los corazones rotos. Este lugar que es dejado por mí.
Al llegar al trabajo Heechul nos saluda con una mano antes de desaparecer por una de las cortinas. Él es uno de los mejores transformistas de este lugar, aparte de ser el más antiguo. Hace un trabajo excelente y es amable con todo el mundo. Muchos consideramos el "padre" de nosotros, puesto que siempre nos ayuda y aconseja.
No hay tiempo que perder. Tenemos que ordenar todo para esta noche; por lo que Jihyo se va a la barra, Chaeyoung a la cabina de DJ y yo dónde están los vestidores. Me cambio mi ropa normal por la de camarera, la cual consiste en una camisa de tirantes negra pegada al cuerpo, la cual tiene estampado el logo de la discoteca, junto a unos jeans semi ajustados del mismo color. Todo esto lo complementa un pequeño delantal azul marino que se abrocha en la cintura.
"¿No te da frío el vestir así?"
"Para nada, el moverme de acá para allá me mantiene abrigada."
"No me gusta... Todos te ven como un pedazo de carne."
"¿Estás celosa? Aww, tranquila; ya sabes que a la única que veo es a ti."
Recuerdo esas noches de ensueño, donde continuamente me sentía bien. Es difícil; es difícil olvidarlo.
01 AM. El lugar está lleno.
