trece

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Mi corazón latió desbocado, Jin cada vez estaba más cerca y todo lo que podía hacer era reír y arreglar mi traje de baño, tratando de disimular lo nerviosa que me ponía su cercanía. Jimin, desde una de las sillas para tomar el sol, dejó salir un grito a la par que aplaudía, llamando la atención de varias personas, para cuando Kim enrolló sus brazos en mi cintura.

—¿Q-Qué haces? —tartamudeé presa de los nervios. Su rostro estaba extremadamente cerca y el bullicio a mi alrededor solo empeoraba la vergüenza. Mis rostro estaba ardiendo.

—Vamos, Minha —tragué duro ante su voz. Era jodidamente atractivo y tal polilla con la luz, me apegué más a su cuerpo para cuando hizo una leve fuerza en mi cintura, mínima a decir verdad. Sonrió complacido y acarició con delicadeza mi piel debajo del agua, el simple tacto ardió.

Entonces, mi vista se fijó en sus labios, en aquellos rosados, rellenos y bonitos labios que parecían pedirme a gritos entrar en contacto con los míos. Suspiré, llevando mis manos tras la nu...

Esperen, ¿qué? Uno, dos, tres, ¿cuatro?

No, estoy contando mal. Uno, dos, tres, ¡cuatro!

Abrió sus ojos tan rápido como sus adormilados sentidos se lo permitieron, encontrándose con una fría oscuridad y un insípido techo blanco. ¡Un sueño! Un maldito y utópico sueño. Apretó sus puños, aguantado las ganas de patear sus sábanas y soltar un grito lleno de frustración, ¿por qué tenía que ser tan intensa?

Giro en su cama encontrándose de lleno con una dulce ChaeYeon durmiente. Una pequeña sonrisa se le escapó al verla, la adoraba. Quiso saber qué tramaban los chicos en torno a la relación que compartía con SeokJin, porque muy profundamente, y aunque nunca sería capaz de admitirlo, esos pequeños planes le agradaban, hacían que su corazón latiera rápido de solo imaginar que alguno de ellos funcionaría. Le agradaba la idea de saber que personas, incluso desconocidas, la emparejaran con su amigo, le daba esperanzas.

 Le agradaba la idea de saber que personas, incluso desconocidas, la emparejaran con su amigo, le daba esperanzas

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