Ninfomanas

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No puedo concentrarme. Las letras se mueven de un lado a otro, burlándose de mí. Siento mi cabeza a punto de explotar, lo que me decide a dejar el libro que sostengo a un lado con frustración.

La biblioteca a esta hora está completamente vacía y solo me acompaña la chica en el mostrador.

Al pensar en ella, de inmediato mis ojos la buscan. No puedo evitar pensar que es demasiado sexy como para esconderse detrás de esas gafas.

Dirijo una mirada lasciva a sus piernas largas y torneadas a lo que mi miembro responde de inmediato. La sangre llena mi pene, al imaginar las pantis que se esconden debajo de esa falda, lo que envía corrientes de excitación a todo mi cuerpo.

Me dirijo hacia ella y al escucharme, levanta la mirada. Joder es hermosa, pienso antes de abalanzarme sobre ella y atrapar su boca con la mía. Lo que la toma por sorpresa e intenta resistirse, pero de inmediato dirijo mis manos a sus pechos lo que parece debilitarla.

De un manotazo, aparto las cosas del mostrador y agarrándola del trasero, la subo a él dejándola frente a mí. Me deshago de su camisa y de su sostén dejando sus grandes y rosados pechos frente a mí. Empiezo a chuparlos con ansia y ella agarra mi cabello pidiéndome más y yo la complazco succionando con más fuerza. Deslizó mi mano por debajo de su falda hasta subirla a su cintura. Aparto su pantis a un lado lo que me deja ver su humedad. Sin dejar su boca introduzco dos dedos en su entrada provocándole un quejido y abre sus piernas para mí. Libero mi pene y le indico que se acueste y ponga sus piernas en mis hombros para facilítame la entrada lo que hace sin rechistar cegada ya por el deseo.

En esta posición su cuerpo está totalmente expuesto y me alegro de no haberme equivocado en lo perfecto que es. Su piel blanca esta roja por la excitación y ella tiembla en mis brazos. Tomo mi pene entre mis dedos y empiezo a acariciar su clítoris con mi glande desesperándola. Empieza a mover sus caderas contra él, desesperada y una corriente de placer recorre mi cuerpo.

Joder ya quiero sentirla alrededor de mí.

La penetró con una embestida lo que le provoca un grito de dolor que resuena por todo el lugar.

Mis movimientos, con el sonido se hacen más bruscos lo que provoca que sus grandes senos bailen para mí. Los atrapo entre mis manos y los aprieto, guiando así mis movimientos. La siento temblar a mí alrededor lo que me vuelve loco y por fin me dejo ir.

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