Las consecuencias de la apuesta

809 82 11
                                    

No dije nada, el salió primero que yo, tome mis cosas y salí de la dirección, "Ahh que bien se siente salir, ya me estaba sofocando ahí dentro".

Camino en dirección a la salida, me sobre exalto cuando siento unos brazos rodearme, me asuste ya que se suponía que todos ya se habían ido, trato de voltear mi rostro para ver de de quien se trataba, pero antes de poder hacerlo esta persona me voltea en un ágil movimiento y me pone contra la pared colocando sus manos una a cada lado de mi cabeza, agache mi cabeza por el impacto pero al alzar la vista me encuentro con el rostro de Jonghyun a pocos centímetros del mío.

-¿Qué te pasa?- suelto enojado.

–Me pasa que me traes puesto desde ayer por la noche... – "¿Ayer por la noche?".

–¿!Que!?–

–Que desde ayer en la noche que te me insinuaste y que no dejabas de verme con esa mirada felina tuya que podría seducir a cualquiera, me traes loco por ti... –Esperen ¿Que? "Él estuvo en el antro" Pero quien... "El chico en la oscuridad" –y ahora te veo con esa falda, mostrando tus piernas- me dijo algo entrecortado.

-Pero…- me detengo ya que al pensar en todas las cosas que me habían pasado en todo el día me di cuenta de algo –Tú eras el que me estuvo manoseando todo el tiempo.

-A si es, era yo gatito – ¡¿Gatito?! A quien demonios le dice gatito –Pero ya no me puedo resistir- comenzó acercarse más y sentí como su respiración chocaba contra la mía.

-Yo no… -no pude terminar de hablar ya que él me cortó poniendo sus labios sobre los míos, no correspondí a ese contacto, él se separó de mí y cuando estaba a punto de reclamarle él volvió a besarme ya no de una manera tosca sino ahora era ¿tierno?.

No sé qué me pasa pero esta vez este suave contacto me gusto y comencé a corresponderle, me deje llevar por el momento, siento que su lengua intenta abrirse paso en mi boca y lo permito, nuestras lenguas iniciaron una pequeña batalla en la cual su lengua término victoriosa, sus manos comienza a viajar por mi torso y deteniéndose en mi cintura, sus caricias mandan corrientes eléctricas por toda mi columna hasta situarse en mi miembro que poco a poco comenzaba a reaccionar, nos separamos por la falta de aire, nuestras respiraciones volvieron agitadas y nuestras bocas desesperadamente buscaba el oxigeno que aquel demandante beso robo de nuestros pulmones.

Coloco mis manos alrededor de su cuello y soy yo ahora quien inicia un beso más necesitado y lleno de lujuria. Comienza a subir mi suéter hasta sacármelo de encima y con él se lleva mi playera, las deja caer al suelo, él desciende en dirección a mi cuello y comienza a repartir besos y alguno que otro mordisco que de seguro dejaría marca.

-Me gusta tu piel tan blanca y tersa –me dijo a lo que yo me sonrojaba, siguió descendiendo y levanto la falda sin quitármela,  observando atento mis boxers.

-Es-espera –le dije, evitando que me quitara la prenda que cubría mi miembro ya despierto.

-¿Qué pasa? –me pregunto curioso con una mirada de niño, su cambio de actitud me da un poco de miedo pero es lindo a la vez.

-Esto… yo.-

-Tranquilo, todos ya se fueron y nadie podrá vernos.-

Y con esto retire mis manos y deje que continuara, tomo el resorte de mi bóxer y lo deslizo lento entre mis piernas causándome cosquillas. Se puso a la altura de mi miembro y soplo en la punta.

-Aah~  -solté un gemido un tanto aniñado.

Comenzó dando un par de lengüetazos en la punta de mi miembro y luego comenzó a recorrer toda mi longitud, estaba jugando conmigo y yo ya no aguantaba.

La Apuesta (Jongkey)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora