IMAGINARIAMENTE ENAMORADO

*final*(segunda parte)

*General*
Tenía que hacer algo y pronto.
Corrió por los pasillos, recordaba que materia le tocaba a Prim así que corrió a buscarla pero mientras corría sonó el timbre para cambió de clase, los pasillos se llenaron de gente.
-Mierda-susurró.
Recordó que su mochila seguía en el aula pero no le importó "la recuperaré después" pensó, mientras que a Prim no la podía hacer esperar.
Volteó a todas partes, trataba de alcanzarla con la vista hasta que alcanzó a divisar a una chica rubia, bajita que chocaba con cada persona que se topaba pero sin disculparse, como si no se diese cuenta, como si no estuviese ahí.
-¡¡¡PRIM!!!-gritó Lynn con todas sus fuerzas mientras corría hacia ella, tropezaba con otros estudiantes pero tampoco le importaba.
"Será mejor que hagas algo"
-Lo haré!!!
"O después será demasiado tarde"
-No si llego a tiempo!!!
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Unas semanas antes de que Lynn encontrara la libreta ella aun seguía muy enojada con lo que Prim le había hecho, el odio la había segado y ahora ya no le importaba.
Había escuchado rumores de que los padres de Prim habían ido a la escuela a recoger unos papeles ya que iban a transferir a Prim de escuela ya que ya no se sentía cómoda, otros rumores  decían que se iba a mudar y que se iba a ir a vivir a otro país, mientras que los peores decían que se cambiaría de escuela ya que si se suicidaba nadie se enteraría.
Todos eran concientes del mal estado de Prim, cualquiera era conciente:
Estaba demasiado flaca por que casi no comía, tenia negro el rededor de los ojos por que ya no dormía, sus calificaciones iban de mal en peor, había perdido cualquier aparencia humana, algo que solo le podría pasar a alguien que se ha hundido en suma tristeza, alguien que sufría depresión.
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-Prim!!!!!
La gente comenzó a disminuir pero no del todo, la multitud indiferente no se había apartado para nada, tenía que empujar a uno por uno por que a pesar de sus gritos nadie se apartaba. Todo parecia que iba mejorando ya que podía acercarse cada vez mas rápido, pero entonces Prim comenzó a correr.
-No Prim espera!! Maldita sea quitense!!!!
Volvió a sonar el timbre para entrar a clases y la sala se vació, facilidad al pasar solo que esta vez Lynn se enfrentaba a una nueva dificultad :Prim tambien corría y toda la energía que tenía la utilizó para correr.
Doblaron en un pasillo, luego en otro subieron escaleras, esquivaron profesores, otra vuelta, bajaron escaleras hasta que por fin salieron al patio.
-ALEJATE!!!!- era un grito desesperado, lleno de frustración, tenía la voz cortada y los ojos llenos de lágrimas.
Lynn se detuvo en seco.

-ALEJATE!!! NO QUIERO VERTE!!!!-las lagrimas rodaban por sus mejillas-TU LO SABIAS!!! SABIAS QUE YO NO SOY NORMAL!!!

-Prim-susurró Lynn ,ella también lloraba.

-SABIAS DE MI MALDITO PROBLEMA PARA RELACIONARME CON LOS DEMÁS!!!!-no pudo más y cayó de rodillas al suelo- sabías que eras lo único que tenía y aún así te alejaste

-lo leí- dijo Lynn mostrandole el cuadernillo.

-tienes lo que querías, ahora déjame en paz que no quiero tener nada que ver contigo

-sabes? es lo más hermoso que alguien ha hecho por mi

-te prometí que encontraría a tu chico perfecto, ahí lo tienes, déjame en paz

-yo te prometí que no te abandonaría nunca

-CALLATE!!!!! VETE!!!- Prim volvió a llorar 

-Al te ha salvado, sabes?, te ha cuidado, y es tu chico perfecto, a pesar de que esta enamorado de mi a ti te ama mucho más, me dijo que debía salvarte

Prim se levantó y vio a Lynn a los ojos por primera vez en mucho tiempo.

-él ha hecho lo que tenía que hacer, el ya no depende de mi

-Prim perdóname, enserio, nos hemos enojado por una tontería, y se que rompí mi promesa, por favor no dejes que la tristeza te consuma...

- no eres quien para hablar- comenzó a sacar un bulto de detrás de su espalda: un arma

-espera, Prim, Prim, PRIIIM!!!

Un disparo.

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Después de que se escuchó el estruendoso sonido que alarmó a los maestros, llamaron a una ambulancia, había mucho ruido.

 Lynn estaba echada llorando, y a su lado había una chica en el suelo, y entre medio un chico alto que sostenía un arma y tenía una herida de bala en la cabeza.

-ha hecho lo que tenía que hacer- sollozaba la chica que se cubría el rostro.

-nos ha salvado-dijo la otra.

Y en el suelo se encontraba un cuadernillo cosido con hilo azul.