Emma Thomson es una adolescente de diecisiete años que tendrá que mudarse a Los Angeles-California por el ascenso de su mamá a vicepresidenta en una de las empresas más prestigiosas de textiles.
Emma es sarcástica y odiosa, no se deja intimidar por...
Me fuí del instituto. Necesito pensar, necesito estar solo y sé a donde debo ir.
Le quito el auto a uno de mis compañeros de fútbol y conduzco hasta el mejor destino que conozco para pensae: la playa.
Como aún no estamos en época de turistas, está sola, no hay basura, ni escandalosos niños corriendo. Todo es tán pacífico.
Me siento en un lugar donde hay algo de sombra y veo las olas. Ya nadie se toma el tiempo de venir aquí, este lugar es tan hermoso, tan pacífico, tan perfecto. Solo se acuerdan de él en vacaciones y el resto del año se olvidan por completo.
Comprendí que ya es hora de abandonar a Nathalie. me hieré porque ella fue la mamá de mi hijo, pero ya es momento de dejarla ir. Me estoy perdiendo de todo a mi alrededor, por seguir reviviendo el pasado.
Ya lo decidí, trataré de ser mejor persona, quiero estar con Emma, quiero hacerla feliz. Sé que no será fácil, pero no me rendiré.
Pov Emma.
—¿Estas segura? —dice Luke.
—Estoy segura.
Le doy las indicaciones al estilista y empieza a cortar mi cabello.
Hace 40 minutos llegamos al salón de belleza y Luke casí me mata cuando le dije como me pensaba cortar el cabello.
—¿Segura que lo quieres tán corto? —pregunto Richie, el estilista.
—Solo hazlo Richie.
Continua cortando mi cabello y yo suelto un gemido al ver toda mi melena en el piso.
—Santa mierda Emma, ¿Por qué lo haces?
>>¿Por qué? Porque quiero averigüar si con el cabello corto le siguiría interesando a Taylor, él solo me quiere por los recuerdos que le causo.
—Es hora de un cambio en mi vida. —me limito a responder.
Minutos despues Richie termina y luce exageradamente cansado, como si acabase de correr un maratón.
—Listo. —dice y voltea la silla.
Me miro en el espejo y no lo puedo creer, luzco tan diferente.
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—Te lo aclare y te lo corte recto. Espero que te guste. —dice.
—Me encanta, hiciste un excelente trabajo. —digo y lo abrazo.
Luke me acompañó a pagar y salimos a comprar helado.
—¿Quién come helado de menta con chocolate? —pregunta confundido.
—Pues yo. Es delicioso, solo que no te das la oportunidad de probar algo diferente.
—Creeme amiga no hay nada mejor que el mantecado y el chocolate ¡Nunca lo habrá!
