La primera vez que te vi, se me paró el corazón y mi respiración se agitó. Conseguí tranquilizarme, pero encendiste en mi una llama que apenas nadie consiguió encender.
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La primera vez que te vi, se me paró el corazón y mi respiración se agitó. Conseguí tranquilizarme, pero encendiste en mi una llama que apenas nadie consiguió encender.