VIII.

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Miércoles por la noche.

"Achu!" estornude como por décima vez.

"Dios, me vas a contagiar" se quejo Kyle

"Si no quieres que te contagie, vete de aquí" demande.

"Es lo que más quiero -exclamo- pero mamá dijo que te cuidara como si fueras un bebé"

"Kyle, Kylito, tengo 17 años, se cuidarme sola, anda vete por favor" dije y me acurruque en las sabanas.

"¿segura?" preguntó.

"Segura"

"Okay, si necesitas algo, estoy abajo" dijo y se levantó de la cama y me dio un beso en la frente.

Me acomode mejor en la cama y me dispuse a dormir.

Hasta que algo sonó en la ventana y me impidió dormirme.
Me levante dispuesta a averiguar a quien se le ocurre tirar piedras ala ventana a esta hora.

Abrí la ventana y por poco me cae una piedra en el ojo.

"¡Oye!" susurré gritando.

"¿Honey?

"¿Luke? ¿Qué haces aquí? "

"vine a verte" dijo y escaló por un árbol que estaba cerca de mi ventana y entro a mi habitación.

"Taraaa" se ríe.

"No estoy de humor, Luke" dije y me vuelví a acostar en la cama.

"¿Estás enferma?" pregunta preocupado.

"No, solo esto me pasa cuándo no me he comido a ningún niño" el sarcasmo no es mi especialidad.

Veo como su cara se forma de miedo y me rio a carcajadas.

"ya, bueno, estás enferma" dice.

"qué observador" me burlo de él.

"¿Hay algo en lo que pueda ayudar?" pregunta preocupado.

"Quédate conmigo" hice un puchero.

"Siempre" dice y se acostó a mi lado.

"Te amo, chica torpe" susurra en mi oído.
Y es todo lo que escucho antes de caer rendida en sus brazos.

***
Falta poco para el final, gggglt.

Oops! ; lrh *editando*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora