Tengamos Una Vida Juntos [Ross Lynch & Tú]

Capítulo #29

-Como me pide que haga algo así, no puedo elegir entre la vida de una de ellas. -me comencé a poner histérico.

-Hijo, tranquilizate. -habló mi padre poniendo su mano en mi hombro.

Comencé a respirar rápido.

-No lo decidiré por que usted debe de salvar a las dos. -le dije muy serio.

Él me miró y a mi familia.

-¿Puedo estar en la cesárea? -pregunté cuando me calme.

-Lamentablemente no, nosotros les avisaremos cualquier cosa. -dijo él y sin más se fue.

Vi que mi padre salió detrás de él y comenzó a decirle algo. En ese momento lo ignoré y traté de tranquilizarme.

Los chicos comenzaron a decirme palabras de apoyo, Rydel y mi mamá me abrazaron.

A los minutos regresó corriendo mi papá.

-Dice el doctor que si puedes entrar, pero que vayas inmediatamente para que te den un traje que te pondrás para que puedas ingresar.

No lo pensé dos veces. Le agradecí y salí corriendo a donde el doctor estaba, cuando llegué a su lado le agradecí también y él me guió a una habitación donde me entregó una ropa azul y dijo que me la pusiera.

Luego de haberlo hecho, dejé mis cosas en un cajón y lo seguí.

Él se habia cambiado rápidamente y caminamos a una sala. El doctor abrió la puerta y inmediatamente vi a MI ____ acostada sobre una camilla con muchos enfermeros a su alrededor.

Inmediatamente me acerqué a ella y tomé su mano, ella no estaba del todo consciente.

-Nena, mirame aquí estoy, todo saldrá bien. -comencé a hablarle.

Ella giró levemente su cabeza hacia donde yo estaba.

-Ross... -dijo en un susurro.

-Si, amor. Aquí estoy. Todo saldrá bien, las dos estarán bien y verás que pronto regresaremos a casa y estaremos los cuatro juntos como una gran familia. -le di un beso en la frente.

***

Después de un rato, los doctores comenzarón a tener resultados.

Ella dio su mejor intento y ayudo a que la bebé naciera.

-Muchas felicidades, señores Lynch's. -sonrió la enfermera

Miré a ____ y sonrió levemente.

La enfermera se acercó y me dio una bebé hermosa, algo grande para tener 8 meses.

Sonreí como nunca, besé su cabecita y se la pasé a ella.

La sostuvo unos minutos, sonrió y la besó.

Pero luego se comenzó a desvanecer, quité a la bebé y se la llevó una enfermera.

Los demás me pidieron salir de inmediato, trate de negarme pero llegó seguridad y me sacó a la fuerza.

No supe más de ella, me deslice por la pared y quedé sentado en el piso con lágrimas en los ojos.