Siempre Contigo [Jikook]

El Primer Día

POV JIMIN
Estaba realmente nervioso, al día siguiente empezaría en una nueva escuela porque mi papá había decidido que nos mudáramos y seguro que acabaría cagandola como siempre. Desde que mi madre murió es mucho más comprensivo conmigo y más amable, pero nunca será como ella, esa sonrisa y la paz que transmitía eran únicas. Aunque admiro mucho a mi padre, siempre que la cagaba en una escuela nos mudábamos, obligando le a cambiar de trabajo y domicilio y el siempre me daba una sonrisa.

Llegamos esa noche a Busan así que me puse a ordenar mis cosas muy emocionado, aunque a decir verdad me cansé a los cinco minutos.

- ¡¡Jimin!! ¡Baja a ayudarme con la cena¡- gritó mi padre. Realmente me molestaba cuando me llamaba para cualquier cosa. Para algo tiene manos, ¿No?
-ya voy- dije calmado. Bajé las largas escaleras para ir a la cocina, normalmente alquilábamos un pequeño apartamento porque nos íbamos rápido, pero esta vez mi padre tenía la esperanza de quedarnos aquí para siempre. Yo no estaba muy convencido... Pero intentaría hacer las cosas bien por él y en memoria de mi mamá.

-hijo ¿Has terminado de instalarte?- preguntó excesivamente dulce. Estaba seguro de que venía algo malo.

-Sí papá- dije secamente.

-Me alegro, entonces ven a sentarte al sofá- me lo temía, no quería que le ayudara con la cena. podría ser mas claro, no le cuesta nada. Fuimos al sofá y empezó a frotarse las manos nervioso. - Sé que desde ese horroroso día no nos hemos separado, pero... Por motivos de este nuevo trabajo tengo que ir de viaje y tendrás que arreglartelas tú solo. lo siento cariño. - ¿que lo siente? ¿este que se cree?

-ME DA IGUAL QUE LO SIENTAS PAPÁ! CREES QUE PODRÉ HACERLO TODO YO? -estaba demasiado furioso como para ser respetuoso- sa-sabes que no soy estable...y no puedo estar solo.. -rompi en llanto, no quería perder a la única persona que me quedaba.

-lo siento mi niño, no llores - dijo mientras me abrazaba- pero para pagar esta casa necesito ese trabajo. Haz amigos y podrás taraerlos a casa, yo estaré siempre en contacto contigo, entiéndelo. -tenía razón, seguro que a él le dolía mas que a mi... estaba siendo injusto.

-No papá, yo lo siento, he sido un idiota, marchate cuando tengas que hacerlo, tienes todo mi apoyo- se puso a llorar de alegría y nos quedamos unos minutos abrazados.
El resto de la noche la pasamos juntos, ya que él se iba de madrugada y yo debía acostarme para poder ir mañana a clase. Entonces lo recordé.. debía empezar de nuevo... pero esta vez lo haría bien y mi madre estaría orgullosa de mí desde el cielo.
En cuanto me acosté caí en los brazos de morfeo, soñando como cada noche que era un chico normal.

Espero que algún día a mucha gente le guste mi historia como tantas me gustan a mi.