el primer encuentro

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Dentro de la espesura del frío bosque, en medio de la penumbra de la noche los rayos de la luna llena atraviesan las retorcidas ramas de los arboles iluminan los viejos y blanquecinos huesos regados a lo largo del sendero. El lúgubre silencio es roto por el silbido del viento, acompañado del vaivén de las sogas que cuelgan de lo alto mientras crean una danza macabra que altera los sentidos y hiela la sangre, a lo lejos voces melancólicas y débiles susurros dejan escuchar el triste llanto de los suicidas, entre estas una débil risa inunda el bosque Aokigahara

Una pálida figura casi fantasmal de larga cabellera azulada se detiene para levantar uno de los tantos cráneos regados por el sendero lo observa detenidamente y sonríe

-Hakatsuki creo que encontré tu cráneo

Detrás de la pálida figura aparece una pequeña esfera de luz la cual se posa en el cráneo y toma forma humanoide

- mmm....me ganaste de nuevo Ciel pero la próxima vez no sera tan fácil

El ente sonrió y Ciel le respondió de la misma forma mientras tomaba asiento en una retorcida raíz de aquel gran árbol

- oye Hakatsuki como moriste

Dijo curioso el peliazul mientras miraba el vaivén de las diversas sogas que colgaban de aquel árbol

- mmm....supongo que como la mayoría de los que habitan aquí

- te colgaste de este árbol

- si así es Ciel yo decidí acabar con mi vida colgandome de este árbol pues al hombre que amaba lo habían matado en la guerra

- que triste

Dijo el peliazul mientras jugaba con su cabello

- me gustaría saber que se siente amar y ser amado

Hakatsuki miro con tristeza a Ciel y se sentó al lado de este

- Ciel no te pongas triste si estas en este bosque es porque el destino así lo quiso

El peliazul miro al cielo y ahí se encontraba la imponente luna llena iluminándolos

- me preguntó porque me abandonaron en este bosque acaso era el miembro mas débil de mi familia o mis padres no me querían

- Ciel eso no importa porque eres afortunado ya que eres el único humano que esta en este bosque para vivir y no para morir como la mayoría de nosotros además tuviste la dicha de ser criado por los espíritus de este bosque

El peliazul sonrió y apretó con fuerza un imponente anillo de oro blanco el cual tenia un gran diamante azul

- esto es lo único que tengo de mi familia.....

- oh... Es el anillo que venia en tus prendas cuando te encontré.....me alegra que lo tengas todavía pero bueno yo debo retirarme a la cueva del hielo o de lo contrario desaparecere

- yo me quedare un poco mas aquí

La fantasma miro al peliazul y le sonrió

- no regreses tarde a la cabaña...y duerme bien mañana Hikari llegara por ti para cuidarte

- ya no soy tan pequeño puedo cuidarme solo...

- ya lo se pero sabes que te queremos mucho y no podemos dejarte solo así que no te quejes adiós

La fantasma desapareció dejando a Ciel solo con la imponente luna

- luna ayudame a saber porque estoy aquí, que paso con mi familia y a saber que es amar y ser amado por favor ayudame......

Un ruido saco de sus pensamientos al peliazul el cual se escabulló entre los arbustos para saber de donde venia aquel ruido aunque lo sospechaba tal vez seria algún humano que trataba de acabar con su vida en lo particular ya había visto a varios morir caminó hasta que a lo lejos pudo observar a un joven el cual estaba por colgarse el peliazul lo observó esperando el momento exacto donde aquel insignificante humano terminara con su misera existencia pero algo llamo la atención del ojiazul pues al cruzar la mirada con aquel joven un gran escalofrío recorrió todo su cuerpo

- carmesí.......

Dijo el peliazul al observar la mirada del joven portador de ojos rojos carmesí como la luna llena el cual al escuchar ruido pateo el tronco del cual se sostenía Ciel fue mas rápido que este y lanzo un cuchillo el cual corto con precisión la cuerda antes de que esta acabara con la vida de aquel joven de azabache cabellera el cual según el peliazul no debía de morir. El ojiazul corrió a donde el azabache el cual al caer se había golpeado la cabeza con una piedra

- acaso es esta una señal....luna....

El cielo nocturno los cubría y la imponente luna los iluminaba marcando así el primer encuentro de estos dos seres tan diferentes con los cuales el destino decidió jugar.

El AokigaharaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora