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No hablaba con nadie en la escuela todos me caían mal incluso el animal que criaba en mi propia casa; casi siempre o desde que nací he vivido escuchando peleas tormentosas entre mis padre, muertes continuas de mi ciudad con asimilaciones a parientes, veía continuamente peleas en mi colegio a veces venían padres de mis compañeros de clases y los sacaban por haberles robado de su propio dinero aunque mi escuela tenía una abundancia de estudiantes era la peor de todas, aquí estábamos solo los expulsados, chicos con problemas psiquiátricos, drogadictos, putas, homosexuales, lesbianas estaba rodeado de puras porquerías, quería ser un chico normal como lo eran otros salir en grupo y comer tener a alguien con quien hablar de todos mis problemas, a veces tenía que ver a mi mama vendiéndose en las esquinas con mi hermana a hombres que ni siquiera conocían pero les daban dinero si se dejaban follar, por mas asco que me daba era la única manera de la cual mi familia se sustentaba no podía hacer nada ni un trabajo de medio tiempo podía tener, necesitaba estar en una escuela de altas escalas comparada en la que estaba incluso veía como alumnos se follaban a los profesores o maestras para que los pasaran de años, y yo me mataba estudiando para conseguir una beca pero esta grima que lo rodea no me deja conseguirlo ... Zapatos que he mantenido por tres años seguidos me incomoda incluso frente a los demás ver que tienen mejor ropa que yo y una mentalidad de mierda.


―Señor Zhang; podría repetir lo que acaba de decir su compañera― Esta vez el profesor más joven y recapacitado me había llamado la atención por primera vez, dude de él en cuanto trajo a esta escuela su pinta de hombre rico y sofisticado; siempre lo deja un auto negro y brillante a unas cuantas cuadras de aquí pues la primera vez todos cayeron sobre él pero como hombre se supo defender no descarto lo apuesto que es...


― ¡Señor Zhang! ¿Seguirá viendo la distancia que tiene esta aula hasta la puerta de entrada desde la ventana? ―


Ahí otra vez lo único que me aprendí de él fue su apellido el profesor de nivel medio "Kim" todos rumoreaban que venía de una familia adinerada por lo tanto se mostraba así y que además d eso tenía un hermano mejor el cual se ajustaba a nuestra, todos exigían imágenes o fotos de su currículo así podrías saber las putas de mi escuela si el chico aun se mantiene virgen para encomendarle un encargo...


―Muy bien profesor Kim― Dije y suspire extensamente girando mi cabeza a un lado tratando de mostrar más que mi simple desinterés por que esto ya no valía la pena― le diré algo que encontré en un dichoso libro de Sócrates... pues solo sé que nada se... pendejo; acaso no vez la necesidad de muchos aquí y lo único que te paras a decir es que la administración en la empresa de tu padre está por los huevos; deberías comparar eso con familias como las de nosotros―


Lo que había dicho era una total locura mostrarle al profesor un lado estúpido de mi no solucionaría las cosas más bien las empeoraría.


― ¡Cállese y salga de mi clase! ― Dijo azotando su regla contra la mesa―


― ¡Sabes lo mucho que duele no comer por las mañanas, sabes lo mucho que duele se golpeado por que tu papa es un borracho y tu mama una prostituta, al menos sabes lo que se siente ser un mediocre en esta pocilga de mierda! ―


Pero que había dicho, no solo mis calificaciones las había jodido ya; si no que yo también esta fregado hasta por los culos...
Todo el curso comenzó a levantarse y a escupirme como si fuera basura, aunque así lo era, nunca antes había sido tratado de tal manera porque siempre me mostraba cabizbajo.

― ¡ERES ESTUPIDO! // ¡ACASO SOLO PIENSAS POR SI SOLO! // ¡ENSERIO QUE NI CON GOLPES SE TE PUEDE ARREGLAR! // ¡ADEMAS DE BISEXUAL ERES UN CARGOSO! // ¡PORQUE MEJOR NO TE LARGAS! ―

Me duele saber que ni en mi propia casa tampoco me quieren. Duele saber que cada patada en mi estomago sea de mis propio compañeros. Duele saber que ni por mi mismo me valgo. Duele saber que no tengo a nadie de quien depender aunque sea un poco.

Ya no podía escuchar casi nada, solo un pito en mis oídos chillar como cuando rechina una silla contra la baldosa; mi cuerpo ya todo molido y embebido en sangre y aun ningún maestro se acercaba; tosía y me movía escupiendo sangres

―Paren....― Intente decir pero nadie me escuchaba en pleno escándalo y derroche de estupideces.

Mi conciencia no la tenía, mis ojos ya no veían y poco a poco estaba perdiendo la respiración...
― ¡PAREN! ― Fue el último grito que escuche en cuanto me levante sobre una camilla con un brazo enyesado y vientre vendado y aunque no los veía podía sentir esos moretones y perforaciones por todo mi cuerpo.

No escuchaba nada más que mis propias quejas del dolor que sentía en todos los sentidos.

―Despertaste― Dijo alguien entrando no podía moverme era lo peor, el presionó el alzamiento de mi camilla y pude verlo.

Basto ver desde su extensa sonrisa hasta su cabello para saber que tan apuesto era ese chico. Lo veía revisar papeles los cuales desde lejos sabía que eran míos.

―Así que te llamas...

―Lay, solo dime Lay― Dije expulsando mi ronca voz con un gemido de dolor―

El disloco su cuello a un lado y sonrió extrañamente, aun así se veía realmente sexy.

―Señor... perdón amigo Zhang Yi Xing... tenemos la misma edad solo diferencias de meses―

Su voz era sintética, sonaba enfermo hasta entonces solo me había fijado en su rostro pero comencé a visualizarlo más a fondo.

Llevaba el uniforme de una de las escuelas para esos millonarios, su estructura muscular podía notificarse en los rasgos quebradizos sobre las arrugas de la camisa, aunque no parecía tener mucho tenia lo suficiente para mi ¿Quién era él? ¿Y qué hace aquí?

―Tu expresión lo dice todo (rió) Mi nombre es Kim Jun Myeon... mi hermano me pidió ir a su escuela y me encontré con un pobre chico siendo pateado por otros de su misma edad, entonces lo detuve― Dijo con expresión no tan satisfactoria

―Ni si quiera te pedí ayuda ¿porque me ayudaste? Dije intentando sentarme sobre la camilla

―Deja de hacer malabares con tu cuerpo aun no estás del todo bien... fracturas, golpes y una próxima hemorragia cerebral si mueves un pelo mas―

―No pregunte eso Jun...?―

―En realidad me llaman Suho, y si te respondo será después de que llenes estos embaces― Dijo Suho mostrándome unos tarritos transparentes los cuales sabia para que eran―

―Solo saca tu cosa y orina en ellos, solo no los reboses aunque si lo haces en mi... olvídalo―
Pero que carajos le pica a este pendejo, acaso es gay; mejor ni digo nada... su manera de hablar era muy directa y sucia, desde ya sabía lo que él tramaba.
Suho el chico había empezado a cautivar mi mirada con una simple palabra "Lay" era mi nombre sonreí en cuanto se lo repetía, me encantaba verlo así sonreír y lo seguí viendo en los próximos días tras mi estancia en el hospital.

Sucio pero Elegante » SuLayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora