Una Persona Especial
Y acá estoy yo, encerrado en mi habitación con los ojos rojos de tanto llorar, mirando el cuaderno que me dejo mi abuela en sus últimos minutos antes de irse de este mundo, abandonándome junto con mi hermana menor.
Recuerdo:
Estoy en el hospital esperando el diagnostico de mi abuela. Hace 3 meses le descubrieron que tenía cáncer, hace 2 días la internaron de urgencia, había tenido una descompensación.
-Familiares de la señora Ellieneth Ahiman.
Mi hermana Raquel y yo nos levantamos y nos dirigimos hacia el doctor que nombro a mi abuela.
-Miren, le hicimos estudios a la señora Ahiman, el cáncer avanzó mucho y la quimioterapia no ayudo.- el médico suspiro- no le queda mucho tiempo de vida, le quedan aproximadamente 2 horas. Lo lamento mucho pero no podemos hacer más nada.
Se escucho el sollozo de mi hermana.
-¿Podemos pasar a verla?- Pregunta ella con la voz entre cortada, seguro que aguantando las lagrimas que luchan para salir. EL doctor asiente con la cabeza.
Nos turnamos, Raquel pasa primero durante una hora y luego paso yo. Me quede esperando frente a la puerta, mis lagrimas ya habían salido a luz, no las podía aguantar más.
Pensé en los momentos que compartí con mi abuela, ella me había dado todo lo que no llegaron a darme mis padres. Cumpleaños, hogar, comida, cariño, tanto amor que no comprendía de donde un cuerpo, tan chiquito como el de mi abuela lograba dar tanto amor. Y así pase la hora, hasta que me toco a mí.
Con mi mano temblorosa abrí la puerta de la habitación, y la vi ahí acostada en la cama del hospital, con las ojeras que se le formaron debajo de los ojos, sin sus cabellos marrones, iguales que los de mi hermana y sus finos labios pálidos.
-Matt, cariño, pasa- dijo cuando me vio. Pase a paso lento hasta sentarme en la silla que estaba ubicada, al costado izquierdo de su cama. Hablamos un montón de cosas, por un momento me olvide de la situación que estábamos pasando.
Mi abuela no era de las personas que demostraba sus dolores, al contrario, mi abuela los escondía para que no se preocuparan por ella. Yo la consideraba la persona más fuerte de este mundo.
-Matt, quiero darte esto- dijo de repente, pasándome un cuaderno de tapa verde claro, con una hermosa flor azul.-Este es mi...-tose fuerte. La ayudo a sentarse para que pueda tomar un poco de aire-...cuaderno...- vuelve a toser-...quiero que te lo quedes que lo leas cuando me necesites. Yo...- tose de vuelta con mucha más fuerza que las anteriores-... voy a seguir estando. Te amo un montón, Matt.
Vuelve a toser con demasiada fuerza y el aparato de las pulsaciones, de su corazón, cambia de sonido, para pasa a ser un ruido continuo. Entran unas enfermeras y me sacan de la habitación a la fuerza, ya que, yo luchaba por quedarme un minuto más, pero antes que me saquen conecte mis ojos con los azules de ella, la vi sonreír, y no pude volver a verla.
Fin del recuerdo.
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Una Persona Especial
Short StoryLa abuela de Mathew, le deja un cuaderno. Todo los derechos reservados a la autora. ES MI HISTORIA.