Capítulo 27

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Klaus escucho unos pasos resonar en la planta baja y fue inmediatamente ilusionado esperando que fuera Caroline, pero se sintió decepcionado al ver que era Camille.

-¿Qué quieres Camille? –dice el para irse a servirse un trago, para ahogar la pequeña decepción que se acaba de llevar

-Hablar. No lo hemos hecho en un tiempo. Ya sabes, soy tu terapeuta, te acabas de separar. Deberíamos hablar. –Dijo ella acercándose cada vez más y más.

-No estoy de Humor para hablar Camille –Klaus se dio la vuelta para que ella entendiera que prefería que se fuera

-Antes hablabas conmigo Klaus –Le reclamo ella –Sobre cada simple cosa que te pasara. –Klaus pensó en esos años atrás. No niega que sintió algo por Camille, pues lo hizo. Pero el simple hecho de volver a ver a Caroline lo cambio todo en ese entonces.

-Camille, te lo estoy pidiendo amablemente, de un amigo a otro. Déjame solo –Pero ella se resistía a escuchar y se acercaba cada vez más y más

-No quiero lucir mal. Pero una vez me calle mis sentimientos y todo salió mal Klaus –dijo tomándolo del brazo –Ahora que estas separado...

-Ahora que estoy separado nada! Camille nada ha cambiado yo amo a Caroline –le dijo mirándola

-Solo te pido una oportunidad Klaus –Ella lo sorprendió besándolo inmediatamente. Beso que Klaus no correspondía. Solo pasaron 2 segundos cuando él ya la había apartado. Pero fue muy tarde. Vio a Caroline aplaudiéndoles en el umbral de la puerta con sus ojos llorosos

-Caroline... -dijo Klaus acercándosele para explicarle

-No, lo entiendo Klaus. Se lo que estaba pasando aquí. No necesitas explicármelo. Dijo saliendo por la puerta y Klaus estaba por perseguirla cuando Camille le llamo

-Klaus!

-Camille, hablo en serio vete de mi casa

Klaus salió corriendo persiguiéndola y diviso su cabellera rubia en las calles de New Orleans

-Caroline, déjame explicarte –dijo tomándole le mano haciendo que se volteara

-¿Explicarme qué? Todo está claro para mí, Klaus. La estabas besando!

-Vamos Caroline, yo nunca te haría eso. Lo sabes. Me conoces

-Eso creía. ¿Sabes que es lo peor? Que de hecho venía a la casa para tratar de arreglar las cosas. –Esa última confesión dejo a Klaus consternado. Si no fuera por lo que acababa de pasar el estuviera reconciliándose con ella en la comodidad de su hogar, no peleando en pleno centro de New Orleans.

-Caroline... hablemos por favor. Nada paso entre ella y yo –Dijo Klaus soltando su agarre que Caroline aprovecho para escapar.

Klaus se fue rendido a su casa. Se encerró en su estudio y la ira y la impotencia le gano. Rompio todo. Cada mesa, Cada silla, Cada pintura. Cuando ya vio que no quedaba nada más que romper. Se quedó ahí mirando. Dándose cuenta de cómo había quedado todo. Destrozado. Pues así era como él se sentía.

Pero decidió pararlo, no se iba a quedar de brazos cruzados, así que fue directo hacia el apartamento de Elena y Damon, en el que ahora vivía Caroline.

Una vez llegado al lugar toco la puerta y Damon fue el que lo abrió, al verlo ambos rodaron los ojos. Lo más típico entre ellos. Pero Klaus no estaba de humor ni tenía tiempo para una buena discusión con Damon. Su prioridad era Caroline. Como siempre.

-Mira Salvatore, tengo que ir a ver a mi mujer, así que déjame pasar o dejare a tu hijo sin padre.

-Uh, no te convienen esas amenazas Klaus. Porque si me matas solo harás que Caroline vea que no eres nada más que un monstruo. Y estoy bastante seguro de que anda disgustada contigo porque llego llorando y Elena está consolándola.

Klaus desesperado por pasar agarro a Damon por el cuello para luego tirarlo, pudo ver a Damon maldiciéndolo pero no le importo, agudizo su oído y escucho su voz al fondo del pasillo. El entro sin siquiera llamar a la puerta. Y al verlo pudo ver la cara de sorpresa de Caroline que luego se transformó en una expresión dura.

-¿Qué haces aquí? –pregunto ella

-Explicarme. Dejarte claro que nada paso y nada pasará –Dijo Klaus acercándose pero Caroline le hizo una seña para detenerle.

-Ya no me importa Klaus –dijo con la actitud más fría que pudo

-Por supuesto que te importa Caroline! Te importa a ti y te importa a mí. ¡¿Por qué siempre tienes que ser tan testadura?! Maldición Care...

-Porque me has hecho daño –respondió con una amenazante lágrima en su ojo

Y en ese momento paso algo imaginable para Caroline y hasta para el mismo Klaus. Klaus se dejó caer en el suelo, de rodillas. Nadie en el mundo pensaría que Klaus Mikaelson haría eso ni siquiera por una mujer...a no ser que la ame más que a si mismo y su gran ego. Una lágrima ya rodaba por sus ojos. Estaba harto de todo. Harto de cometer errores, y que afectaran a las personas que ama. Harto de no poder tenerla.

-¿Qué más tengo que hacer para que me perdones?

-Caroline lo miro tiernamente, siendo capaz de pronunciar una sola cosa

-Klaus...

-Estoy aquí ante ti, porque desde Hope eres lo mejor que me ha pasado y no quiero perderte y sé que tú tampoco Caroline

-No lo sé Klaus, tendría que pensarlo.

-Al menos eso es un avance, dijo levantándose y esperando que dijera algo más pero ella solo bajo la vista y Klaus supo que se tenía que ir.

Klaus salio de la habitación sin saber si había sido derrotado o había vencido

En el camino se encontró a Damon tirado en el sofá, decidió ignorarlo

-Me olvide de decirte antes de que me tirases. Que prepares tus maletas, mañana vamos a un pequeño viaje a Mistyc Falls.

-Y porque yo iría contigo a Mistyc Falls? –Dijo Klaus con falta de ganas

-Porque A, Vamos a buscar un grimorio de Bonnie para derrotar a la bruja que amenaza tu familia, y B Va Caroline

-Para serte honesto me había olvidado de ella. Pero si voy. Dijo para salir del departamento.

Cuanto Klaus se fue. Damon le escribió a los Mikaelson

"El irá. Todo está listo

-Damon"


"Everything has changed II" Todo Ha Cambiado II (Klaroline)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora