«Imagina,un momento estás comiendo tacos de trompo y bistec en el puesto de la esquina con don Pepe y al siguiente tu jefa te manda pal Reino Unido con unos pelados que ni conoces y pa' acabarla,no sabes inglés y te metes al open inglish a aprender...
—A ver déjame ver si entendí,tú y mi mamá .... ¿se comieron la torta de pastor, aún y cuando se odiaban y ella era una verdulera?.—pregunté.
—Emmm ... Sí.—dijo algo confundido mi papá.
—Oh por dios ...—dije.
Eztoy himpaktada.
—Y a todo esto, ¿cuàl es mi nombre completo? Allá en México era La María Jesusa Reyes Gonzales Rodríguez de la Rosa Carlota.
—Pos te llamas Camila Marie Downey Styles Cox.—dijo y yo me quedé como.
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—¿Y por qué tanto pinche apellido ombe?.—pregunté.
—A por que ... Por que sí,cierra el hocico y dame un abrazo mi niña.—dijo y me abrazó.
—Ay que leeeeendo.—gritó Niall.
Pa esto me gustabas güero.
[....]
Me encontraba en la sala de juegos con Luke,él jugando FIFA y yo desangrando por la vagina,los chicos salieron a quién sabe dónde y papi Enjuage salió.
—Luke, ¿me veo gorda?
—No bebé.
—Luke tengo hambre.
—Ya he pedido la pizza.
—Luke quiero setzo.
—Yo quiero que sigas virgen hasta que nos casemos princesa.
—Luke tengo hambre.
—La pizza no tardará cariño.
—Luke me duele.
—Ahorita te hago un té.
—Luke tengo sueño.
—Ahí hay un sofá.
—Quiero un abrazo.
Luke me miró por un segundo y puso pausa al juego.
Me acomodé entre sus piernas y me lancé a él para abrazarlo.
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Olía a jirafa bañada.
—Nena ... ¿Puedes acomodarte al lado de mí?.—preguntó con la voz un poco aguda.
—Nel carnal me duelen los ovarios.
—Es que ... Estás cerca de mi masculinidad.—dijo y me enderecé al momento en que puso pausa al juego.
—Que masculinidad ni que pinches chilindrinas en tanga,Luke eres un bebito.—dije.
—Ya, pero ... me la estás endureciendo.
—Ohhhh, ¿era eso? Pensé que tenías el control remoto entre las piernas.
—Es casi lo mismo.
—Luke,el control mide como quince centímetros o más.
—¿Y?
—Y no creo que la tengas tan grande.Y no,no quiero averiguar.
—Algún día lo harás.—dijo y me miró pícaramente.
—Eh cálmate rubio—le dije y me senté a horcajadas sobre él—,¿así está mejor?
—No,en cerio,no ayuda.—dijo pero me agarro las caderas y me bajó más.
—Arriba las manos.
—Perdón.
—Escúchame y oieme bien Roberto,no hay propuesta,no hay sexo.—le dije.
—Pos sé mi chava Camila.
—ASÍ NO PENDEJO IDIOTA MARICA,HAZLO BONITO Y ESPECIAL,DE PERDIDO INVÍTAME A LOS TACOS.
