Las cosas iban super bien, el sexo era súper riquisimo y lo hacíamos donde sea y cuando sea. Una vez enferme de la gripe y ella fue a mi casa, estaba algo preocupada asi que me llevo algunas pastillas y un poco de sopa, en mi casa solo estaban mi madre y tres de mis hermanos, yo estaba en la habitación encerrado con ella, ella acaricia mi pelo mientras yo estaba recostado en su pecho con mis brazos al rededor de su cintura. Un impredecible estornudo y empezó la acción ese dia.
Se me sale un estornudo y ella con palabras de consolación y algo de burla sana dice...-hay jesus, mi niño esta enfermo, que puedo hacer para que el se sane?- yo la mire a los ojos y le respondo- se que puedes hacer- ella sonríe con cara de niña traviesa y me pregunta, que puede hacer?- yo le respondo- algo simple! Baja tus pantalones y deja que yo rose mi lengua por toda tu vagina- ella sonríe una vez mas y me dice - Que esperas?-
Baje sus pantalones y sus bragas hice que se inclinará hacia atrás, me coloque entre sus entre piernas y saque mi lengua para lamer su clítoris, ella me agarraba por el pelo y miraba hacia el techo, cerraba los ojos y decía...--mierda!- en ocasiones metía mi lengua dentro de su vagina y en otras mordisqueaba su clítoris. Creo que la tensión y el miedo que teníamos a qie abrieran la puerta y nos vieran era lo que mas no excitaba. Termine de sacar sus pantalones y bragas y la despoje del resto de su ropa, ya la tenía completamente desnuda encima de mi cama, me levanto y ella baja mis pantalones y sin pensarlo mete mi pene en su boca, me hacia un oral de una manera tan salvaje que encogía los dedos de mis píes y luego los entéricaba.
La empuje hacia abajo y tome sus piernas colocándolas al rededor de mi cintura, mi Pené estaba tan duro que sentía como si se quería romper, lo metí en su vagina y ella dejó salir un ligero gemido, yo empiezo a embestirla y ella nuevamente clava sus uñas en mis brazos. Intentando controlar sus gemidos y sin aliento me decía...-vamos, vamos, rompe lo, rompe lo vamos!-
Cada ves que lo decía yo sentia como si sus suplicas hacían efectos en mi y mas duro le deba.
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Un Satírico Y Su Ninfómana
Historical FictionTodos tenemos esa edad en la que empezamos a conocer ambiciones las cuales nunca nos imaginaríamos que íbamos a tener, en mi caso una de esas ambiciones era el sexo, la cual descubrí a los 16 años de edad. Quisiera compartir con ustedes una de mis h...