Poemas de una rata.

Invisible.

Invisible,

Invisible bajo un pozo de inquietudes 

que te ahogan a cada suspiro ya sufrido.

Te tiendo mi mano y no la coges.

No pido ayuda,

Solo pido a alguien que detenga el tiempo

y cada uno de los latidos de mi pesado corazón.

Soy invisible,

y cada día lo soy más.

Antes consciente no era de esta realidad.

Antes, muerta en vida,

mis ojos simplemente cerraba

y volaba, viajaba a otro lugar.

Pero ahora se han quemado esos recuerdos.

Algo maldito llevo dentro.

Y me pesa tanto el no poder explicar este tormento.

Quizá solo es una enfermedad,

y mi medicina está en otro pueblo.

Se siente tan lejos...

poco a poco me ahogaré en mis lamentos,

pero te prometo

que mientras muera repetiré en mi mente tu nombre.

Me pesará no haberte dicho "te quiero"

Amada no soy, amante no tengo.

Mi cabeza es mi prisión,

desde aquí materializo mi encierro.

Soy tan pequeña, tan menuda.

que no te será difícil encontrar repuesto.

Soy invisible,

mi cuerpo es invisible,

sepultado bajo barras de metal

nadie cuenta se dará.

Soy invisible.

Como mi alma, que ahora en pena vagará.

Nadie espera verme muerta,

porque nadie espera verme ya.