El Chico De La Tienda De Los Dulces.(Editando)

Epílogo

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"Creo que la reacción más lógica por mi parte habría sido enterrarme por días bajo las sábanas armada con treinta litros de helado, una cuchara y música deprimente, o al menos era la reacción que Hallie parecía esperar de mi, aunque eso no sucedió, no realmente.

Aquel día me di cuenta de algunas cosas muy importantes:

1.No puedes pretender conquistar a alguien a través de mensajes anónimo.
2.No puedes enamorarte de alguien a quién no conoces.
3.Un corazón roto estará roto hasta el final de los días.

Probablemente todos estaban seguros de las dos primeras, pero la tercera creo que es muy exclusiva de mí. Sí, Alex siguió buscándome e insistiendo con que me quería, y sí, hasta cierto punto Hallie llegó a tacharme de loca cuando después de todo lo rechazaba, pero yo nunca hubiera sido feliz a su lado, y es que ¿quién podría ser feliz con el continuo recuerdo de aquella tarde en el supermercado? En menos de dos meses no volví a saber de Alex, él y su familia se mudaron a quién-sabe-dónde y en realidad fue un alivio cuando por la ventana de mi habitación los vi terminar de subir las maletas al auto y marcharse. Tampoco volví a enviar mensajes anónimos a ningún chico de ninguna tienda de ningún dulce, más bien, me seguí dedicando a cantar por ahí..."

-¡Ally! ya llegaron por tí.- gritó Hallie desde el piso de abajo.

-¡No tardo!

"...¿en qué iba? oh, sí. Bueno, seguí por ahí cantando y bueno, a casi medio año de aquella tarde con Alex y su novia, conocí a otro chico. No era nadie espectacular, tampoco trabajaba en una tienda de dulces ni recibió nunca un mensaje anónimo mío, pero sí era un chico maravilloso, primero fue un gran amigo y después... quizá después fue algo más para mí, y según lo que él dice, yo también eh sido algo más para él..."

Cerré de un golpe mi diario, tomé mi bolsa y corrí a la puerta de la casa.

-¿Estás lista, cariño?- creo que mi sonrisa al responderle pudo ser la mas grande del mundo. En verdad estaba muy feliz.

-Claro que sí, felices cuatro meses, amor.- lo besé en la mejilla y le dí un gran abrazo.

-Felices cuatro meses- me respondió con otra sonrisa y me devolvió el abrazo -. Vamos

-¡Hallie, ya me voy, avisa a mamá y a papá!

-¡Chau! -Tomé la mano de Ángel y salimos de casa.

"Nota mental para el diario: Un corazón roto estará roto hasta el final de los días porque no se puede ser completamente feliz siempre, pero si es posible hallar a alguien que quiera guardar los pedacitos en un frasco y te ayude a cerrarlos, y si es posible, a reparar algunas de las heridas..."

Gracias a todas ;) (me emocione x3) en el sgte capítulo pondré los agradecimientos.

Gracias una vez más ;)

😉 😘<3