Amor al limite

Capítulo 23

Crees que estarán bien-

Conociendo a Emir en este momento están arreglando sus indiferencias en la cama-

Tony!!- lo regaló

Que! Es verdad, no crees que debíamos hacer lo mismo- dijo soltando las llaves en la mesa de noche y abrazándola por la cintura

Arreglar nuestras indiferencias- dijo rodeándole el cuello

No, hacer un bebé - ella lo miro con los ojos abiertos no sabía que responder- que dices

Creo que no- dijo tocándole el hombro y soltándose de su abrazo

Por que, no quieres un hijo con migo-

Claro que lo quiero pero primero arreglas los problemas con ese bastardo y los que quieren a acabar con tigo- dijo mirandolo- y podemos empezar a intentarlo - la cara de Tomy fue como un niño regañado, algo que hizo reír a Vanesa

Pero podemos jugar un raro- se acercó a ella tomándola de la cintura cargándola

Si, podemos jugar un rato o mejor lo que resta de la noche-

Eso me agrada más - beso su cuello y la llevó a la recámara dejándola en la cama despojándola de su ropa y de la de el subiendo arriba de ella acomodándose entre sus piernas

Sabes que me encantas, tengo ganas de hacértelo duro-

Bueno no eres muy gentil que digamos pero eso me gusta - dijo besándolo, mientras el la acariciaba bajando su mano por su pecho su vientre posesionándose en su sexo, dándole leves caricias con la mano en circulo en sus clictoris haciéndola estremecer y arquear su espalda, Tony le dio una palmada en su sexo excitandola más

Me encanta hacer temblar tu cuerpo- dijo pasando su boca por sus pezones que estaban erectos y firmes mordiendo cada uno asiendo que soltara un gemido arañando su vientre con sus dientes y bajando a su vértice la lengua de Tony recorrió cada centímetro de su sexo jugando con si clictoris, dándole leves mordiscos que hacían dar espasmos de placer a la chica, hundió más su lengua tocando sus cálidas paredes haciendo que ella cerrará las piernas por inercias la sujeto abriéndola más y saboreando cada rincón de ella su cuerpo se encendió estallando en la boca de Tomy al cual dio un gruñido de placer saboreando todo su orgasmo

Eres exquisitas, me vuelves loco- dijo besándola inundándola de ese sabor metálico en su boca, ella lo abrazo fundiendo sus dedos entre sus cabello y sus piernas rodiandole las caderas de Tony haciendo que rozaran contra su erección soltando un gemido

No puedo mas, lo sabes y no seré tierno- le dijo entre sus labios

No quero que lo sea - contestó ella, Tony entró en ella de un golpe algo fuerte haciéndola gritar tanto de dolor como placer, sus embestidas eran rápidas y fuertes, sus ansias de hacerla suya lo llevaba a un frenesí no le importaba ser duro con ella ya que eso la excitaba, se acoplaban muy bien en cada movimiento, las caderas de ella buscaban esa embestida sintiendo que la llevaban al cielo Tony puso su peso sobre ella acomodándose para entrar más profundo cada braso estaba a lado de su rostro aprisionando para sujetarla en cada embestida sus cuerpos sudoroso, sus respiraciones inestables, sus corazones saliendo de sus pechos hicieron llegar a los dos a su orgasmo uno tan delicioso y intenso que hizo que Vanesa mordiera el hombro de el para no gritar, enterraba sus uñas en su espalda era la segunda vez que lo hacía de esa manera y el climax de ella era alucinante más de lo normal algo que el le entraba ver en su rostro rojo lleno de cansancio no le importaba que dar marcado ya que era una dicha satisfacer a su mujer

El sonido de un teléfono despertó a Tony, sus ojos se abrieron con pesadez, la tenue luz que entraba por la ventana le lastimaba, tomó el teléfono y contesto

Más vale que sea importante-
Dijo molesto

Señor, Dimitri ha hablado- una risa se mostró en su cara algo que si la veías te hacía temer

Bien, dejaron algo para la señora-

Si, sólo esperamos sus ordenes -

Perfecto en unas horas estaré por aya- dijo contando el teléfono, se giro a mirar a Vanesa era una imagen tan bella de ver estaba boca abajo abrasando la almohada su pelo revuelto, unos mechones en su cara descubierta de la espalda una tentación muy grande pero avian tenido una noche placentera no se acordaba cuantas veces habían echo el amor en una noche pero esa noche había sido más de la normal, beso su hombro y su espalda y un gemido de gusto salió de ella, haciendo voltear el rostro para verlo

Buenos días -

Buenos días - dijo con una sonrisa, sus ojos algo peresos y su cara sonrojada- que hora es-

Las once- dijo besando su mejilla- eres hermosa, y eres toda mía- ella sonrió

Si sólo tuya- dijo mirandolo a los ojos

Anda tengo hambre- hizo que Vanesa soltara una carcajada, y se girará en la cama sin ninguna vergüenza mostrando sus pechos

No hagas eso si no no querré dejar levantarte de la cama- dándole un beso a sus pechos

No te podría dar de comer- se incorporó poniéndose una de sus camisas que la cubrían muy poco dejando ver sus largas piernas, entró al baño cepillo sus dientes y tomo el bóxer de Tony

Oye! -

Que!- volteo ella para verlo

Esos son míos - le dio una sonrisa

Si, pero se me ven mejor a mi- dijo saliendo del cuarto, Tony tomó el teléfono y marcó espero a que sonara y contestara

bueno-

Ya despertó -

No que pasa-

Todo bien espero, te quedarás con nosoteos-

Si, es un niño miedoso pero nos ama y yo a el-

Que bueno, nena dile que ese maldito hablo y vamos para aya-

Quieres que el vaya-

Si nena, sabes que el también necesita esto no lo cortés de raíz - una carcajada se escuchó del otro lado y una voz adormilada quién es

Ok, yo le dijo nos vemos Tony- se levantó de la cama y se dirigió al baño, se aseo, vistió y salió a la cosina donde olía exquisito, su estómago dio un gruñido al entrar en sus fosas nasales un aroma dulce
Que preparas?- ella se le quedó mirando

Tramposo, te has bañado-La abrazo por la cintura y puso su mentón en su hombro

Puedo bañarme de nuevo, que preparas- dijo con una sonrisa

Unos panques, ensalada de frutas, jugo y café-

Rico, pero también quiero tocino y huevos-

De antojó, eso dejárselos a Emir- le dijo mientras lo miraba con una sonrisa y el solo se encogió en hombros

Sólo se me antojo-

Está bien te los hago en un momento - le dio un beso en la mejilla y se sentó en la mesa a leer el periódico