La cueva de las sombras

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Salimos del bosque del fuego y nos dirijimos hacia la cueva de las sombras.
Tras tres horas de caminar y caminar llegamos a una cueva bastante oscura y supusimos que por el nombre ese sería el lugar que estábamos buscando, entramos en la cueva y encontramos dos caminos, uno a izquierda y otro a derechas, salimos por la izquierda y por suerte acertamos en la dirección.
Nos escondimos detrás de una roca para que la bruja no nos viera y esperamos el momento justo para distraerla y mostrarla la gema.
Pero Lucía no entendía el término pasar desapercibidos, así que se abalanzó sobre la bruja y, sorprendentemente funcionó, y enseguida salimos corriendo hacia el castillo para enseñarle a la reina los restos de la bruja.

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