Oscuridad Carmesí (Andy Biersack y tú )

Capitulo 6

— Ustedes son vam...— Antes de que pudiera terminar ambos desaparecieron dejando una especie de humo oscuro.

Miro a mis lados buscandoles, siento una aguja pinchando mi brazo pero no puedo ver más que una pequeña gota de sangre y nadie a mi alrededor.
Veo la luna comenzar a aparecer por lo que comienzo a caminar a la cabaña.
Mis pasos son acelerados hasta que siento algo blando bajo uno de mis pies, no puedo reconocer bien que era porque estaba ensangrentado pero estoy segura de que es un animal y escucho un sonido a un lado de mi. Se escucha como alguien comiendo, me acerco para ver a una escena que me es difícil procesar, sé bien que él es un vampiro y se alimenta de sangre mas sin embargo todas mis experiencias con él habían sido dulces y ajenas al mundo vampiro por lo que nunca creí verlo así, pero ahí esta Dennis con su boca llena de sangre y sus colmillos clavados en un conejo el cual dejo de ser blanco para teñirse de carmesí; mi cuerpo comienza a temblar ¿Será él?  ¿O estoy dormida?  Miro mi brazo comienzar a sangrar de nuevo, oh no, vuelvo mi mirada a él y noto como este hace lo mismo, sus ojos azules están rojos con un semblante serio en su rostro el mismo que se borra en cuanto me ve al mismo tiempo que sus ojos regresan a su azul natural.

— Charis...— Susurra mi nombre.

Comienzo a correr, escucho como grita mi nombre y toca mi mano, ya no estaba fría sino tibia debido a la sangre ¿Por qué estoy reaccionando así? Esa es su naturaleza, me volteo a verlo... puedo ver el arrepentimiento en su rostro.

— Yo...— Sé que no sabe como explicarse. Lo abrazo fuerte, no me había dado cuenta de que estoy llorando, quizá por que tenía miedo, miedo que se marchó al sentir sus brazos rodearme.
— No quería que me vieras así... ni siquiera pensé que estuvieras aquí. Pero ahora que lo viste no tengo que decírtelo.
— Yo... ya lo sabía, no soy idiota.
— ¿Cómo? — Me mira a los ojos confundido.
— El día del partido de basketball ¿Recuerdas?
— Yo pensé que creías que tengo un gemelo.
— No podía llamarte vampiro ya que ustedes no pueden mezclarse con humanos, así que busqué otra forma de advertirte. - Me separe un poco de él, mirando como sus ojos se notaban rojizos aun cuando su iris estaba de aquel azul tan encantador. - Pero, aun que ya sabia lo que eras no pude evitar sorprenderme por verte así.
- Lo entiendo, siempre me había comportado tan humano contigo que debió ser como si vieses a otra persona. - Siento como toca mi brazo que anteriormente sangraba y no quita su vista.
— Tardó en cicatrizar más de la cuenta.
—¿Qué te pasó?
— No eres el único vampiro por aquí. — Frunció su ceño. — Me estaban investigando y parece que tomaron un poco de mi sangre. Pero no me mordieron tranquilo.
— ¿Investigarte?
— Soy una novia. — Sus ojos se abrieron por la sorpresa y tenía una sonrisa que no cabía en su rostro.
— ¿Sabes lo que significa? Estaremos juntos para siempre porque...
— Una novia solo puede enamorarse de aquel con quien compartirá la eternidad. — Comprendo su felicidad, él y yo podremos estar juntos lo que dure la eternidad. Sus labios se unieron con los míos y como si fuera el primero, fue especial.
Me acompañó hasta la cabaña y agradecí mil veces el que mi tía no estuviera pues me manché de sangre al abrazar a Dennis. Luego de cambiarme y enjuagar la ropa alguien tocó mi ventana, a través del cristal pude ver a Dennis y sin pensarlo abrí.
— No pude esperar hasta mañana.
— Algun día no tendras que hacerlo.
— Lo sé. Pero también quería disculparme por lo de hace rato y traje algo. — En sus manos había un pequeño conejo blanco con el corazón aun palpitante y lleno de vida. — Prepararé todo para poder exigir una ceremonia y así demostrar que nuestros destinos están unidos.