Prólogo

15 4 7
                                    

En la vida puedes dar demasiados giros unos de 70 grados, otros de 360 grados y unos simplemente cambian tu vida y la dejan todo boca abajo, eso es exactamente lo que me paso.

-¡NO PUEDEN ESCAPAR PARA SIEMPRE!- se escucharon los estrepitosos gritos de uno de esos hombres detrás de la vieja puerta que era de las pocas cosas que nos mantenían a salvo.

Por suerte aun no se habían percatado de la puerta

Las lágrimas en mis ojos no dejaban de correr por toda mi cara y mi corazón latía rápidamente que me asustaba-¿Estas lista?-preguntó Harry que al parecer tenía el mismo estado que yo.

Solo me dedique a asentir con la cabeza, tenía un enorme nudo en la garganta que no me dejaba hablar y mi estomago era todo un dilema, mas bien todo mi cuerpo lo era.
Sacó de su bolsillo la jeringa junto ese líquido que sabía lo que era, mi vida estaba en esa jeringa. Con sus manos temblorosas apenas y podía sostenerla, intentó meter la jeringa por el orificio del pequeño bote azul pero éste estaba tan pequeño que le costó un poco de tiempo del cual no podiamos gastarlo a nuestro gusto. Finalmente lo logró haciendo que aquel líquido empezara a inundar el interior de aquella jeringa
-A mi primero- me salió con una voz casi inaudible. Sus ojos se clavaron a los míos, se veían cansados, rojos e hinchados, de seguro los míos estaban igual.

-Estas segura?
-Sí- asentí mientras llevaba una de mis frías manos a una de sus mejillas que se encontraban humedas por las lágrimas. Sentí como poco a poco la jeringa se iba clavando en mi piel, cerré mis ojos, aferrandome a su mejilla, recordando como sucedio ésto...

November GunsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora