Las personas que te rodean de alguna manera dependen de ti, uno nunca puede sólo, siempre vamos a necesitar ayuda de alguien, la vida nos dio la oportunidad de jugar limpio, pero cuando no la sabemos aprovechar, nos beneficiamos de los malos hábitos...
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-Esto no se si sea buena idea.- hable dudosa.
-Vamos ____ sabes que lo es.- hablo Harry colocándose la cazadora.
-Si si lo sé pero, siento que me veo como la nueva puta del Instituto.
-No creo que lo que Rex te escogió sea tan malo, sal, déjame verte.- dijo mirando mis ojos.
-Es que no quiero que hagas problemas por tus celos.- hable sonriente.
Harry soltó una carcajada y llevó sus manos por su cabello, dejando todo tal cual era antes, parecía que estaba viendo al Harry Styles de 17 años de nuevo.
-¿Cómo me veo?, se que estoy más viejo ahora pero uno hace lo que puede.- dijo socarrón.
-Luces bien.- hable repasando su atuendo lentamente.
-Sal y déjame verte, se supone que eres alumna de intercambio y Rex aseguró que traería el uniforme correcto.
-Lo hizo pero, no sabía que fueran tan zorras.
-Vamos _____, son unas niñas, tu eres una mujer preciosa y experimentada, no dejes que te afecte tanto.
Es verdad sólo iras a la preparatoria por un día, anímate y disfruta, vas a regresar unos años atrás, no puede ser tan malo.
Abrí completamente la puerta del armario y deje que Harry pusiera sus ojos verdes en mi, analizando por completo mi ropa, trago con dificultad y entonces encontró mi mirada.
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-¿Qué tal?.- hable algo extrañada.
-Bueno pues yo, yo creo que, que esta, bien.- dijo con dificultad.
Rodé los ojos y tomé mi iPhone para guardarlo en mi bolso, Harry tomó sus llaves y camino detrás de mi.
-Deja de mirame el trasero.- hable seca saliendo de mi departamento.
-No te creas tanto.- hablo queriendo soltar una risa.
Rodé los ojos y entramos en el elevador, eran apenas las ocho de la mañana con cuarenta minutos, se supone que cierran las puertas a las nueve en punto, caminamos hacia mi audi y deje que Harry conduciera, teníamos veinte minutos para llegar.
