Will amaba a Nico.
Amaba todo de él. Su negro cabello desordenado; sus oscuros ojos marrones casi negros; sus finos labios rosas; su tez pálida (que ahora estaba comenzado a volverse de color aceitunada, pero aún así, al hijo de Apolo le encantaba); esa sonrisa que adornaba su rostro angelical, y que solo era dedicada a sus amigos; ese brillo que hacía presencia en sus ojos cada vez que miraba al rubio.
Amaba el rostro tranquilo de Nico cuando dormía, con la boca un poco abierta y un hilito de baba cayendo por su mandíbula; la forma en que abrazaba a Will por la cintura, como temiendo que el rubio se vaya y lo deje solo.
Amaba como, cuando se enojaba, cruzaba los brazos a la altura del pecho y fruncía el ceño, haciendo que apareciera una pequeña arruga en su entrecejo.
Amaba su voz, tan suave; llena de emociones, sentimientos, anhelos.
Amaba cuando se sonrojaba. Cada vez que su rostro tomaba un color rosa, se llevaba las manos a la cara, intentando cubrirse y bajaba la cabeza.
Amaba su risa, era como la de un niño que había visto el divertido desenlace de una de sus travesuras. Eran tan llenas de vida, que el hijo de Apolo sentía que podía derretirse de amor escuchando a su novio reír.
Amaba completa y profundamente a Nico di Angelo. Pero, lo que más amaba de él, era la forma de ser y tratar a sus amigos. Porque, aunque Nico no lo demostrara, sabía perfectamente que los quería y se preocupaba por ellos.Nico amaba a Will.
Lo amaba completamente. Su cabello rubio casi dorado; sus ojos azul cielo; sus pecas, que parecían una lluvia de estrellas en el rostro del hijo de Apolo; sus labios carnosos, que encajaban perfectamente con los suyos como piezas de rompecabezas; su tez, con ese bronceado perfecto de hijo del Sol que tanto lo destacaba.
Amaba como se preocupa por los demás y estaba siempre listo para brindar ayuda, sin importar cuan cansado esté. Y obviamente amaba cuán alegre y simpático era, siempre con una sonrisa en su rostro.
Amaba su voz, dulce, cálida, melodiosa, como si cantara al hablar. También amaba eso: su canto. Nico pensaba que podía morir escuchando a Will Solace cantar, y moriría feliz.
Amaba cuán serio y concentrado se ponía cuando estaba en la enfermería, y, aunque jamás lo admitiría en voz alta, amaba las "Órdenes del doctor".
Amaba como, cuando se molestaba, achinaba un poco los ojos y arrugaba la nariz.
Amaba todo en él, y se sentía bendecido de tenerlo. De tener a alguien como Will a su lado.
Sin dudas, amaba su rayo de sol luego de la tormenta.Nico y Will se amaban
Amaban besarse. Esos besos que les hacían sentir lo cálidos que podían resultarles los labios del otro y como encajaban perfectamente.
Amaban abrazarse. Esos abrazos que transmiten todo ese calor y el cariño que una persona siente por otra.
Amaban mirarse. Esas miradas juguetonas, llenas de secretos, promesas y cariño que se lanzaban todo el tiempo; en el comedor, las reuniones en la Casa Grande, cuando entrenaban.
Amaban sus silencios. Esos silencios con los que transmites todo, tus sentimientos, tus deseos, todo.
Amaban dormir juntos, sin llegar a más, sólo dormir abrazados en la comodidad de su intimidad.
Amaban quererse. Porque cuando quieres a alguien y esa persona te corresponde con la misma intensidad, ya nada importa, porque se tienen el uno al otro.
Amaban decirse "te amo". Porque nada es más hermoso que sentirse querido por nada más y nada menos que aquella persona a la que amas.
Amaban sus sonrisas. Esas que los hacían saber que el otro estaba bien, que se sentía feliz de estar a su lado.
Amaban sus risas. Esas risas verdaderas y melodiosas.
Se amaban, y nada ni nadie podría cambiar eso.
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Solangelo oneshots
FanfictionOne-shots de Solangelo (duh) Todos los personajes le pertenecen a Rick Riordan.