Cap. 10

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Narradora:

Los 2 maestros se encontraban en sus casa encerrados pensando en lo que había pasado ese día.

B: <<te gusta>>

G: <<te gusta>>

Esos pensamientos inundaban sus cabezas haciéndolos dudar, esa pequeña voz sonaba cada vez que recordaban como se tocaron y besaron esa noche.

Becerra:

Salí de mi cama y decidí ir al mercado para despejarme un rato, no quería pensar más en eso, me vestí con un pans y su sudadera de este, acomode mi cabello y me lave la cara y dientes.

Salí de mi casa y caminaba lento, miraba a niños jugar en un pequeño parque que estaba enfrente del mercado, mire a un niño recargado en la puerta del mercado y me saludo era uno de mis alumnos, me dio espacio y entre, recorrí cada local y me adentre a uno de comida, se me antojaba comer la típica comida mexicana, me pedí una pansita y unos Tlacoyos.

Pero cuando me entregaron mi comida al sentarme en una pequeña mesa una voz chillona me distrajo, era Dania y lo peor de todo venía con querido novio.

D: Becerra ¡hola!

B: hola

G: buenas tardes

Asenti la cabeza sin responderle a Becerra

D: no te molesta si nos sentamos aquí ¿verdad?

B: no, adelante

D: gracias

Dania obligo a Gilberto a sentarse enfrente mío, genial día, me encontraba comiendo mi panza con tortillas y un pequeño Chile Abanero.

D: dios.

Dania reviso su celular y se paró del asiento, Gilberto ya había pedido de comer pero Dania dijo que era mucha grasa.

D: lo siento cariño, temo que tengo que irme

G: pero..

D: adiós

Se despidió de un beso en la boca de Gilberto y conmigo uno en la mejilla y salió corriendo del local dejándonos solos, me sentía incómodo pero no hice casi y seguí comiendo.

G: ¿hasta cuando dejarás de ignorarme?

B: uh?

Voltee a verlo, su mirada esos ojos que atravesaban los cristales de sus lentes, que hermoso.

G: si, no me has hablado desde que llegamos.

B: -suspire- bueno, te dije que sería mejor si no nos hablábamos.

G: ¿tan lejos tenía que llegar?

B: no qui..

-lo siento, pero vengó a dejar la comida que encargaron-

G: oh si es mía, gracias

-provecho-

Me quede callado, no volvería a decir nada, solo terminaba con mi Tlacoyo y me iría de ese lugar.

G: ¡contesta!

Rodee los ojos y le di un mordisco a mi Tlacoyo

G: ¿acaso te da pena decir que eres gay?

Me pase el bocado con dificultad ¿yo gay? ¡No! No tengo nada en contra de los gays pero no soy uno.

B: bueno diría lo mismo de ti

Debía mantener mi postura de malo así que conteste su pregunta fríamente.

G: no lo soy -se sonrojo-

B: bueno.. Yo tampoco

G: pero tu y

B: estaba borracho, no sabía lo que hacia <<mientes>> y de igual manera tu estabas mareado.

G: puede que tengas razón

B: si, bueno creo debo irme

G: ¿me seguirás hablando?

B: ¿quieres que te hable?

G: bueno a mi no me molestaría..

B: entonces, me quedo no quiero verme grosero

G: está bien gracias.

Gilberto comenzó a comer, yo empece a visualizar su cara, sus gestos, como si fuera la primera ves que lo veía para recordar aquella linda cara.

Amor de maestrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora