~Tic, tac, tic, tac, tic, tac...~
Me encuentro aquí, sentada frente a una elegante pero improvisada mesa a la luz de las velas, escucho el incesante tic tac del reloj que señala exactamente las diez de la noche al observarlo. Tomo mi celular dispuesta a llamar a alguien pero de repente este anuncia una llamada entrante, "Castiel" decía en la pantalla mientras seguía sonando, no dude ni un segundo más en contestar.—¿Bueno? —dije, delicadamente.
—¿Sucrette?... hola preciosa —dijo, con un tono algo extraño—, lo siento, no podre llegar hoy a casa.
— pero ¿Por qué?—pregunte preocupada pues sonaba algo agitado.
—Es una larga historia —dijo, despreocupado— no te preocupes, no pasa nada malo —agregó tratando de tranquilizarme.
—... está bien —empecé a decir aun preocupada— entonces... ¿te veo mañana en la escuela?
— Claro preciosa—dijo normalmente— te quiero —agrego de una forma tan dulce que parecía casi una caricia
Siempre he amado la forma en que media esas dos palabras, de alguna forma me hacía sentir única pues sabía que era sincero. Sin embargo, esa dicha que tuve por un instante se desvaneció al escuchar la voz provocadora de una chica mencionar el nombre de mi amado. "Castiel" pronuncio nuevamente aquella voz aún más provocadora que la vez pasada.
—¿Con quién estas? —Dije algo agresiva a la persona que se encontraba al otro lado de la línea.
—... con Lysandro —dijo tratando de ocultar algo.
—¿Y con quien más? —cuestione nuevamente.
—con...con nadie importante—dijo tratando de evitar la pregunta— escucha, no te preocupes, yo no...
—¡No me mientas!—dije interrumpiéndolo— no me engañes por favor.
—¡No te estoy engañando! —Dijo ofendido— ¿Quién crees que soy?
—¡Mi novio!—dije preocupada pero agresiva— ...no quiero que me dejes.
—si lo hago o no es mi decisión —dijo molesto— ahora déjame en paz con tus dudas y tonterías agrego antes de colgar el teléfono.
—Castiel... —Mencione al borde del llanto.
"¿En verdad me estará engañando?" no podía sacar ese pensamiento de mi cabeza mientras lloraba recostada en mi cama. Simplemente no podía creerlo, después de todo este tiempo, estábamos a punto de cumplir dos años de estar saliendo y aun así ¿me está engañando con otra? Seguía pensando en ello haciéndome daño cada vez más, lo quiero de verdad, me atrevo a decir que en verdad lo amo y no quiero perderlo, después de todo lo que hemos vivido y disfrutado juntos.
Son las doce de la noche en punto, puedo escuchar al reloj de la sala anunciándolo. Yo sigo tumbada en la cama, ya no estoy llorando pero sigo pensando. Si es cierto que me está engañando entonces lo mejor será dejarlo hasta ahí, por más que me duela el pensarlo es lo mejor, prefiero sufrir un momento a toda la vida, si es necesario incluso volveré a casa de mis padres, para empezar ¿Cómo se me ocurrió venirme a vivir con él? Por Dios, tengo 17 años ¿en que pienso? No quiero volver a verlo.
Dan las tres de la mañana, estoy mucho más tranquila después de tanto pensarlo, aun me duele el que me esté engañando pero sinceramente no estoy segura de nada. Empezó a extrañarlo, su calidez, su ternura, incluso su actitud tan bipolar, extraño todo de el... Pronto me quede profundamente dormida después de pensar en eso.
Son las seis de la mañana, estoy camino a la escuela en el camión, me siento cansada y decaída, sinceramente no quiero ir a la escuela pero algo me impide hacerme caso a mí misma. Quiero verlo pero al mismo tiempo no quiero que jamás se vuelva a aparecer en mi vida, es extraño, lo sé. Castiel...
Me encuentro en el salón de clases, ¿la hora actual?: las nueve con veinte minutos de la mañana. Castiel no ha dado señales de vida desde la primera hora, a la que ni Lysandro asistió, tampoco Nathaniel y preocupantemente tampoco Laeti. Si lo pienso bien, ella es la que pudo estar con el anoche. Observo mi celular dudando si debería llamarlo no, soy tan orgullosa como para no hacerlo: igual que él. Han pasado diez minutos y tampoco el maestro ha dado señales de vida, es la segunda clase del día, al menos no le afectara a Castiel el no venir a clase, estamos a punto de graduarnos y pasar a la universidad y hasta él se tomó enserio este último semestre... Je, otra vez estoy pensando en él.
Todos los demás alumnos empezaron a irse del lugar. Rosalya, mi mejor amiga, viene a buscarme para irnos.
—Sucrette ¿quieres venir a comer algo conmigo? —dice sonriente.
—... no lo sé —dije después de unos segundos.
—¿Pasa algo?—pregunto mi fiel amiga preocupada por mi respuesta.
— Es...—dude un momento en decírselo pero es mi mejor amiga después de todo— ...es sobre Castiel.
— ¿discutieron? —pregunto nuevamente preocupada.
—algo —dije desviando la mirada.
—Ya veo —dijo mientras me tomo del brazo para llevarme con ella— vamos —agregó mientras salíamos del aula.
—¿A dónde?—cuestione mientras me dejaba llevar.
Ella no respondió, solo salió de la escuela mientras yo la seguía, íbamos al café de enfrente. Una vez estuvimos ahí ordenamos y empecé a contarle todo lo que paso, no importaba el tiempo pues teníamos más de una hora libre gracias a la falta del profesor.
—A lo mejor solo es algo que invento tu subconsciente —opino mi amiga al terminar de escuchar mi relato— simplemente algo de tu imaginación.
—¿T-tú crees?—pregunte, sin estar segura.
— Es posible —empezó a decir Rosalya— lo quieres tanto que tienes miedo de perderlo pero conociéndolo él es incapaz de hacerte daño de esa manera.
—puede que tengas razón—dije al terminar de escuchar la opinión de mi amiga— ... ¿no sabes si Lysandro volvió anoche? —cuestione después de unos segundos.
—Es cierto que no lo he visto desde ayer —menciono seriamente— me quede en casa de Leigh preparando unos encargos especiales, así que no he visto ni sus luces—concluyo sonriéndome
—Ya veo —dije y desvié la mirada.
—¿lo preguntas por lo que dijo Castiel? —cuestiono viéndome seriamente— si es cierto que estuvieron juntos no creo que hayan hecho nada malo, Lys no es de los que hacen "travesuras"—concluyo con una risita.
—es cierto —dije revelando una leve sonrisa.
Estuvimos hablando un buen rato después de la platica sobre Castiel y Lysandro, por un momento mi mente creo una escena donde suponía que esos dos me engañaban, pero ninguno de los dos era capaz, al menos hasta donde yo sabía.
Ya casi era hora de volver a la escuela, así que Rosalya y yo pagamos la cuenta y nos disponíamos a irnos del café. Al salir, note en una de las mesas de afuera a dos personas sentadas, charlando y riendo felizmente, no le di importancia hasta que una de esas personas se acercó a la otra y lo beso, No lo podía creer. Mi amiga, quien también vio la escena, me tomo del brazo y me llevo directamente a la escuela, tenía tantas ganas de llorar. ¿Quién no lo haría si vieras a tu ser amado besándose con otra? Efectivamente, vía Laeti y a Castiel besándose, finalmente mis sospechas fueron ciertas.
Fui hasta las escaleras junto con Rosalya, ahí nos sentamos en los escalones. Empecé a llorar, mi amiga solo me abrazaba y me consolaba mientras mi llanto mojaba su ropa. Después de un rato me calme, me puse de pie y junto a mi fiel amiga empecé a subir al primer piso pues arriba estaba el salón donde nos tocaba la siguiente clase. Tras subir unos cuantos escalones escuche unas voces en el piso de abajo que me llamaron la atención pero los ignore por un momento pero Rosalya y yo nos sorprendimos al escuchar parte de la conversación mientras terminábamos de subir así que nos detuvimos para escuchar. Un chico gritaba que no quería volver a ver a Laeti, decía que no le gustaba ser infiel y menos con esa "tipa", quien decía todo eso era nada más y nada menos que Castiel el que gritaba, mientras que Laeti le decía que ella lo quería mucho y que estaría mucho mejor los juntos. Otra voz masculina decía que era mejor que se alejara y los dejara continuar con el plan del pelirrojo: esa era la voz de Lysandro y la cuarta voz, quera de Nathaniel, opinaba a favor de Lys. Al final entre los tres lograron echar a Laeti de ahí. Castiel no dejaba de decir que lo mejor hubiera sido no pedirle ayuda a esa chica y varias cosas más. Menciono que me amaba demasiado como para engañarme de esa manera y que casi se arruina su plan para darme una sorpresa por mi cumpleaños, es cierto, suena tonto pero olvide que al dia siguiente era mi cumpleaños.
Escucharlo decir todo eso me hizo sonreír de una forma boba un tanto aliviada y arrepentida. No pude evitar bajar las escaleras rápidamente para irlo a ver, Rosalya no me detuvo, me dejo ir mientras me seguía sonriente.
—¡Castiel!—lo llame cuando lo vi, él se sorprendió de verme, yo solo brinque hacia el faltándome unos tres escalones para llegar al piso, el me atrapo y lo abrace mientras derramaba unas lágrimas de felicidad y tristeza—Perdóname por haber desconfiado de ti—dije sin separarme de el
El solo correspondió mi abrazo y me dijo que era el, el que tenía que disculparse por haberme hecho preocupar, nos separamos por un momento mientras nos veíamos fijamente a los ojos, me dedico un dulce "te quiero" y un dulce pero apasionado beso, que claro, fue correspondido por mí. Nuestros amigos solo sonrieron entre ellos después de vernos.
Rosalya y yo nos fuimos a clase después de eso, los chicos se quedaron para ir al sótano y nos pidieron que al finalizar las clases fuéramos a verlos y eso hicimos. Lysandro nos explicó que Laeti los iba a ayudar a llevarnos al sótano para no levantar sospechas, dijo que era una sorpresa doble que tuvieron que adelantar para hoy y por eso nos mandaron a llamar a las dos. Mientras nos lo contaba mi curiosidad crecía al igual que la de mi amiga.
Cuando Lysandro se alejó de ambas se prendieron las luces del fondo revelando a Castiel y a Nathaniel, cada uno con su instrumento correspondiente, Lysandro tomo un micrófono y antes de empezar a cantar me dijo que el solo la cantaría ya que el sabia cantar pero la letra de la canción la había hecho Castiel especialmente para mí, me sonroje, al igual que aquel pelirrojo que desvió la mirada. No soy capaz de describir el sentimiento que me causo la canción, contaba su amor por mí y sobre todo lo que hemos vivido durante el tiempo que hemos estado juntos; el sentimiento fue tal que me hizo llorar y al término de la canción me abalance a sus brazos para agradecerle por todo y darle un tierno beso.
Nathaniel, quien desde hace unos meses había logrado solucionar sus diferencias con mi amado y se había unido a él en su banda, toco la batería un tanto agresivo que me hizo separarme de Castiel por la impresión, me indico que lo dejara por un momento para dejarlos continuar, eso hice y el me dedico una sonrisa lo cual hizo que Castiel tocara con su guitarra una melodía agresiva en forma de reclamo a su "amigo", Rosalya, Lysandro y yo reímos un poco ya que a pesar de todo aún seguía con su pequeña rivalidad. Esos dos empezaron a tocar una melodía un tanto extraña y tras unos segundos Nathaniel se detuvo dejando a Castiel solo con la guitarra tocando una melodía muy bonita. Lysandro empezó a cantar nuevamente, pero esta vez era otro tipo de canción, seguía siendo romántica pero con un estilo más peculiar, tras unos segundos también se calló dejando nuevamente a Castiel tocar solo, Sin embargo, no pasaron ni 3 segundos cuando una nueva voz se escuchó retomando la letra de la canción que cantaba Lysandro. Aquella voz no era muy diferente a la de Lysandro solo que era más grave, volteamos a ver pues aquel que cantaba estaba detrás de nosotras, cantando con todo lo que tenía para su amada novia: Rosalya. Efectivamente era Leigh, el hermano mayor de Lysandro, que no quitaba la mirada de mi amiga la cual estaba sorprendida y fascinada. Finalmente Castiel dejo de tocar para dejar al pelinegro cantara las ultimas estrofas acapella, al escucharlo se reafirmaba que era hermano de Lysandro. Rosalya estaba perpleja, nunca se hubiera imaginado a su novio cantándole, solo observaba a Leigh que estaba sonrojado por la forma en que lo veía su amada. Al término de la canción este se incoó enfrente de su novia y abrió frente a sus ojos una pequeña cajita con un hermoso anillo con un deslumbrante diamante; era un anillo de compromiso.
—¿Q-Quieres casarte conmigo? —Dijo mi entras miraba nervioso a su amada.
— Leigh... ¡Claro que quiero! —Dijo con lágrimas de felicidad en los ojos.
El pelinegro tomo el anillo y lo coloco delicadamente en el dedo de Rosalya, acto seguido se paró y la beso. Todos los presentes aplaudimos y los felicitamos, la feliz pareja nos agradeció. Tras unos minutos tuvimos que irnos de ahí pues la directora llego a regañarnos por nuestra presencia en el sótano de la escuela.
Cuando salíamos de la escuela iba hablando con Rosalya mientras los chicos elogiaban a Leigh. Al llegar al parque nos separamos y cada quien se fue por su lado, yo me quede con Castiel. Mientras veía y me despedía de mi amiga que se iba felizmente a lado de su prometido, Castiel me abrazo por detrás recargando su mentón en mi cabeza, de esa manera se notaba aún más la gran diferencia de la altura de cada uno.
—Algún día nosotros llegaremos a lo mismo, ¿no crees? —no lo podía ver pero de seguro estaba sonriendo, yo no lo podía creer, acaso... ¿estaba diciendo que se quería casar conmigo?
—Algún día... —dije con nostalgia pues quería que pasara.
Castiel se separó de mí, yo me di la vuelta para poder verlo y así los dos nos quedamos viendo a los ojos. Amo su mirada, esos ojos grises tan penetrantes que me vuelven loca. Se acercó a mi y me abrazo, lo hizo de una manera dulce y protectora. Repitió las palabras que dijo un rato atrás cuando lo de Laeti, concluyo con un "perdóname" Se alejó un poco nuevamente y me miro mientras me dedico un cálido "Te amo"; si un "te quiero" me hace estremecer, un "Te amo" me vuelve completamente loca. Me beso tras esa palabras, no nos separamos durante un buen rato hasta que la falta de aire se hizo presente y fue en ese momento cuando le correspondí el "Te amo". Nos seguimos besando durante unos minutos más.
Al notar que todos nos miraban decidimos ir a casa, yo caminaba aferrada a su brazo pues estaba algo avergonzada por la escena que habíamos hecho unos minutos atrás, no faltaban las típicas bromas al respecto de parte de mi amado; no paro hasta que llegamos a casa, yo estaba algo molesta con el pero el enojo se me fue al sentir sus labios contra los míos dándome un dulce beso. Repetimos aquella escena que tuvimos en el parque pero al no estar en público no nos contuvimos y los besos se volvieron más y más apasionados hasta el punto de llegar a unirnos en uno solo. Cuerpo con cuerpo, piel con piel, algo hermoso, algo fantástico, una experiencia hermosa que solo mi amado Castiel es capaz de hacerme sentir.
Son las diez de la noche y me encuentro aquí, acostada en la cama completamente desnuda junto a mi amado, tras aquello que acabamos de hacer estábamos agotados, pero felices. Nuevamente no falta algún "comentario" del pelirrojo que tanto amo, es cierto, me hace enojar algunas veces pero es una de sus tantas formas de decirme que me ama, el jamás me seria infiel como lo pensé antes. Somos uno para el otro a pesar de que hemos llegado a ser como perros y gatos, a pesar de que discutimos constantemente, a pesar de que nos hacemos enojar el uno al otro, a pesar de nuestras inseguridades y orgullo... A pesar de todo eso nos amamos con locura y siempre estaremos juntos, por eso hoy me olvido de todo en un día de tantos junto a él, mi amado tsundere pelirrojo... Te amo...
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Espero les haya gustado nwn <3
Aclaro que es de un solo capitulo y lo escribi hace... años, por hay del 2013-2014 jeje como pasa el tiempo :'v
Fue publicado también en una pagina de FB llamada CDMFanfiction, pueden pasarse por ahí si gustan, unas amigas y yo tenemos fics publicados ahí que estamos retomando con mucho amor uwu ♡
y si, el fic es mio, también dejare el link en la descripción del álbum donde lo publique allá para que no digan :v
Nos leemos después uwu ♡
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❦Un día de tantos❦
FanfictionCastiel y Sucrette actualmente son novios, llevan dos años juntos y están a punto de concluir sus estudios en el Sweet Amoris. Tienen una relación estable e incluso viven juntos, pero hasta en las mejores parejas hay problemas y ellos no son la exce...