Inocencia》r.d.g

14

"¿¡Escucharon?!" Grito Juliana a su grupo de amigas. "Rubén ya no está con Jazmín."

Addi se quedó callada y miró a Rubén que entraba al salón, viéndose en un mal estado. Algo en ella le hacía sentir mal por él, perdió a una de sus amigas y después perdió a su novia.

¿Qué habrá pasado?

Ella negó y se fue a sentar en su asiento que era a lado de Rubén. Con todo su esfuerzo trató de ignorarlo, pero no podía. Podía sentir la vibra que daba Rubén y no era bueno; era de un corazón roto.

...

En la tarde Addi decidió ver a Rubén a su casa. Su mamá recibió a Addi de forma generosa y le dijo que Rubén estaba en su cuarto.

Cuando entró a su cuarto estaba en su cama, con sus pies colgando al final de la cama, con los ojos cerrados y su boca entre-abierta, donde salía roncidos. Se acercó a su cama y se sentó en la orilla, pasando su mano por su mejilla.

Rubén abrió los ojos y sorprendió al ver a Addi ahí.

"Addi, lo siento... yo-"

Addi sonrió y se acercó a él, callandolo con un pequeño beso. Ruben suspiró, había extrañado esos labios en los suyos.

"Ya me lo explicó todo Jazmín." Comentó, acostandose a un lado de él.

Después de hablar por horas terminaron confesando sus sentimientos que sentía hacia ellos. Por supuesto, era en común. Y se personaron de una forma apasionado, está vez no sólo era sexo, era amor lo que hicieron. Se tomaron las cosas lento y en forma silencia, más por no despertar a su mamá, está vez hicieron todo con amor. Se demostraron cuánto se extrañaban y cuánto se amaban. Se enseñaron todo lo que sentía de forma psicológica, ya que eran cosas que no se podían describir con palabras.

"Te sientes como el paraíso." Susurró Rubén, sintiendo su calor en su piel.

"Tú eres mi paraíso." Replicó, besandolo.

"Te amo Addi y está vez hablo en serio."

"Lo sé."

Fin.