El príncipe y la heroína

Celos

Ser el príncipe de la Academia Roman no es algo fácil de sobre llevar, mucho menos cuando tu querido Hori-chan-senpai es el epítome de la violencia. Pero el mayor problema no era la violencia sino la torpeza del príncipe con el presidente del club de teatro.

Mikoto no podía entender porque su mejor amiga en las últimas semanas se la pasaba llendo a su casa para quedarse la noche, hacían maratones de anime y videogames, entre más cosas; no le molestaba pero sentía que Kashima le estaba ocultando algo.

El pelirrojo observa a la chica acostada en su regazo mientras leían mangas: ella el de Hellsing y él uno shojo (Ao Haru Ride), ambos escuchaban la relajante música de Kashima; una voz de chica que se le hacia conocida.

-Oi, Kashima- la llama el chico mientras que cierra el manga y baja la mirada para verla, ella aparta el manga y lo ve curiosa, sus esmeraldas brillando más de lo normal y él aún así nota ese brillo diferente 

-Dime, Mikoshiba- le pide la chica con una brillante sonrisa que hace suspirar al chico

-Estás rara, no pareces tú- le dice mientras aparta la mirada con sus mejillas rojas

-¿En serio?-pregunta sorprendida de que lo haya notado

-Si, y ya llevas tiempo así- le dice dejando el manga en la cama.

-¿De verdad?- le cuestiona con una leve sonrisa

-Si, y no intentes fingir, llevas un rato así- le dice

-Mmh- gime con cansancio, deja el manga a un lado y se pone del lado derecho y hunde su rostro en el vientre del chico mientras lo medio abraza

-¡¡Kashima!!- le regaña muy sonrojado mientras cubre su rostro con ambas manos. La chica ríe un poco y le saca el celular para revisarlo.

-Tranquilo, Mikorin- le dice oliendo su ropa, y cerrando sus ojos- hueles bien- le dice bostezando

-No desvíes tema, Yuu- la chica lo voltea a ver y dice

-Eres solo mío, ¿verdad?- el pelirrojo se sonroja y desvía la mirada

-Claro que sí, somos hermanos ¿no?- ella sonríe y empieza a revisar el celular mientras el chico desviaba la mirada, cuando la voltea a ver, se sorprende- ¿ese es mi celular?-

-Ajá, reviso tus mensajes con tu amada Mayumayu- el grito de Mikorin la hace reír con ganas

-Kashima, eso no se hace- la chica se alza, y él la imita para conseguir su móvil, en eso ella lo abraza y lo tira en eso la puerta es abierta por la madre de Mikoto y tras ella: Mayu

-¿Are? ¿Jugando a las luchas?- la mujer sonríe amable y Mayu se dirige a la cama sentándose y viéndolos curioso.

-Mamá, Mikorin me atacó- se queja Kashima y Mikoto la ve ofendido, la mujer mayor se ríe mientras los ve

-Mikoto, no seas malo con Yuu- le acomoda el cabello a Yuu- les traeré bocadillos en poco- y sale cerrando tras de sí.

-Kashima eso fue rastrero- dice Mikoto con un mohín, Mayu los veía con el entrecejo algo fruncido- Mayu no te duermas sin comer- le dice intetando alzarlo pero el peso del menor no se lo permite- Maldición, ¿por qué eres tan grande?- murmura

-Mmm- gimotea Mayu tomando un cojín- ¿Novios?-

-¿Eh?- pregunta sin entender

-No, Mikorin tiene sus ojos puestos en una dibujante de un blog- dice Kashima, Mikorin se sonroja

-Basta, Kashima- Le pide con la cara tan roja como su cabello.

-Oke~~~y- dice revisando el celular mientras se sienta en la cama, el pelirrojo infla sus mejillas y desvía la mirada  refunfuñando.

-Celoso- dice Kashima, Mayu estira su mano y Mikoto le pasa una botella de agua

-Calla, Kashima- los dos ríen y el menor los observa indiferente.

-"Raros"- piensa el menor.

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HOLA, han pasado 84 años.... vale, no fue tanto, pero lamento el retraso que se dió en el fic. Tengo una escusa... he terminado los créditos de la universidad y fue mu~y pesado, apenas me estoy adaptando al servicio social y trabajar con la tesis ¡uff, que pesado fue!

Espero publicar el siguiente pronto, muchos abrazos y gracias por esperar la continuación.

Los quiero mucho y nos leeremos pronto ;)