Andrew
Termino la tostada y bebo lo último que queda del jugo de naranja. Dejo el plato y el vaso en el fregadero y voy a la sala, me tiro en el sofá y saco mi celular. Tanto tiempo libre y no sé por dónde empezar. No me decido si llamar a Katia o Kimberly. Aunque podría llamar a ambas y hacer un...
-Andrew, cariño- llama mamá- Pórtate bien, ¿si? Cualquier cosa que necesites no dudes en llamarnos.
Besa mi mejilla y se larga a unas cortas vacaciones con su novio, Brad. Estas dos semanas van a estar algo interesantes. Para no perder más tiempo marco el número de mi mejor amigo y este contesta en menos de un minuto.
-¿Ya se fueron?- me pregunta emocionado.
-Hace como dos minutos.
-Bien, empezaré avisando a Andy para que difunda la noticia de la fiesta .
-No habrá fiesta esta vez, Jack.
-No me digas que quieres ser un buen hijo- eso ni tú te lo crees.
-Solo por hoy. Ven con Andy y traigan algo para beber.
-Está bien, y solo por ser mi mejor amigo no diré que eres un marica.
Cuelga. Si lo tuviera en frente posiblemente ya lo hubiera golpeado.
El timbre resuena por la casa y me levanto para abrir la puerta. Me encuentro con una semidesnuda Kimberly. La mujer no puede ser más fácil con su forma de vestir, se lanza a mí en un apasionado beso y pone sus manos alrededor de mi cuello.
-Hola corazón, vine a visitarte de paso- agarra un mechón de su cabello par lucir más provocativa. No necesito señales para saber a lo que viene.
-Pasa. Sube a la habitación que ya voy en un rato- La chica decidida entra y sube las escaleras, todo parte de la misma rutina, ya nada me sorprende.
Voy a la cocina y bebo agua. Subo y abro la puerta de mi habitación. Kim está entre mis blancas sábanas sin la poca tela que la cubría, totalmente desnuda, se estremece provocándome, y lo logra con mi entrepierna. Ni si quiera me tomo el tiempo de cerrar la puerta y me acerco a ella. Se pone de rodillas para besarme. En un rápido movimiento ya estoy en el mismo estado que ella. Me monta como si fuese una caballo y comienza el ritual. Con beso y lamidas largas sube y baja por mi pecho, sin perder más la emoción la embisto y su cara que pone en el clímax es del asco, pero esto solo es satisfacción, nada de sentimientos en medio.
Jamás me llegaría a sentir algo más por ella, solo tenemos algo como una amistad por el sexo que ella me ofrece.
Termino y ella no quiere soltarme, lo más amable que puedo llegar a ser, esquivo su brazo y me levanto, me coloco los boxers y paso por mi ventana que da a la calle. Observo el auto de Adam Parker estacionarse. De este sale una chica bastante peculiar, con el pelo marrón y largo, parece que la vi en algún lado, pero no recuerdo dónde. Adam carga algunas maletas y ella se toma el tiempo de observar el jardín de la casa. Parece quedarse en una especie de shock o flashack. Qué chica para más rara quedándose hipnotizada por un simple jardín. Suelto una leve risa.
-¿Pasa algo amor?- me pasa los brazos por detrás y voltea mi cara para darme un beso. Volteo por completo y la alzo con mis brazos pasando mis manos por debajo la falda y tocando sus nalgas. La bajo de golpe. Me visto y bajo a la sala para tirarme al sofá y buscar alguna película.
Escucho sus tacones y se sienta a mi lado.
-¿Eso fue todo? ¿Solo me llamaste para un polvo?- expresa ofendida.
-Cariño, yo no te llamé- no me molesto en mirar su reacción.
Me mira molesta y camina a la salida haciendo resonar sus zapatos.
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Nuevos vecinos L.A.
Teen FictionLa madre de Sofía Parker estaba cansada del incurable desanimo de su hija, así que decide mandarla a Los Ángeles, EE.UU, con su padre. Su vida ya estaba hecha con amigos y sus tres mejores amigas. Sofía había vivido hasta los 10 años en Norteamérica...