Xx: -¡¿Se puede saber que...?!- su voz quedo camuflada por el asombro y cierto acongojo en su penetrante mirada color cielo.Enmudeci por completo, mis palabras se marchitaron cual rosa cortada y mi cuerpo, inexplicablemente comenzo a temblar.
¿Que era aquella sensacion que neutralizaba mis sentidos? No lo sabia... Lo unico que aclaraba la situacion era mi absurda timidez.Xx: - ¡Hey! ¿Ocurre algo? Te veo algo palida... - dijo aquel misterioso joven de cobriza y deslumbrante cabellera.
-¡P.per...Perdon! Corria con demasiada ansia y no pude divisarte... - Mi voz quedo seca en aquel momento, pues era un chico alto, de normal forma fisica y una cara que los mismisimos arcangeles recelarian.
Xx:- Oh... Ve con cuidado... - En aquel instante fijo su mirada en mi mochila, pues llevaba siempre mi nombre en ella o en cualquier cosa con la que fuese a salir de casa. ¿La razon? Soy una autentica despistada.
Xx:-Porcierto... ¿Naiara?... Deberias estar en clase... ¿No?- Pregunto aquel atractivo desconocido del que me quede prendada desde el primer segundo.
-Si, pero... Me encuentro algo mal... Cosas de mujeres... A todo esto, ¿Como te llamas?- Le menti guiñandole un ojo a su vez y con una sonrisa verdaderamente falsa, mientras que le obligue en cierta forma a cambiarle de tema.
Xx:-¡Oh lo siento! ¡Que maleducado que soy!- palabreo con una perfecta sonrisa al tiempo que llevaba su mano izquierda a la cabeza en señal de disculpa.
Xx:- Me llamo Aritz, pero puedes llamarme Ari si lo deseas... - comento haciendose el desinteresado.
-Bueno, pues... Espero volver a verte de nuevo... Aritz... - al acabar la frase le sonrei de la manera mas tierna posible y parecio colar, aunque no me esperaba ni por asomo lo que me contesto:
Aritz:-Claro que nos veremos... ¡Soy tu profesor de Matematicas!
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Y llegaste tú...
Roman d'amourNaiara, una tipica adolescente de 19 años que a simple vista es como cualquier otra, con la unica diferencia de que en realidad guarda grandes secretos... En esta novela podremos conocerla, desde sus sentimientos mas profundos hasta su vida cotidia...