One shot's, Rubelangel.

¡¿Novio?!

Miguel solamente se dedicaba observar  a las personas a su alrededor, sus orbes de color azabache estaban pendiente de absolutamente todo, su cuerpo descansaba en un sillón de tercio pelo rojo modernizado en forma de "L", sus brazos descansaban en una mesa de cristal redonda frente él, en su dedo anular de su mano derecha era adornada con un anillo de oro puro con forma de serpiente enroscado, sus ojos eran rojos gracias a los maravillosos rubíes que le adornaban, su cola de cascabel estaba repleto de esmeraldas finas, era un tesoro de mas de cien mil euros, era una antigüedad de su familia. Su cabello estaba perfectamente cortado y suave, sus lentes modernizados adornaban su severo rostro, sus labios estaban alineados haciendo una linea recta, su barba que había sido delicadamente rasurada, estaba saliendo nuevamente. Su mandíbula estaba apretada, su manzana se veía mas que sexy en él. Su ropa era un smoking de cincuenta mil euros, finas telas, algodón de Egipto, su camisa blanca perfectamente estirada sin la más mínima arruga, una corbata roja de seda adornada con una piocha de oro con la misma serpiente, pero esta aparte de ser oro puro, estaba solamente adornada con diamantes blancos. Sus zapatos de cuero con punta, impecablemente lustradas podían hasta brillar en la oscuridad de aquel costoso y más prestigiado club nocturno. El perfume varonil que estaba impregnado en él, embriagaba a las mujeres que se encontraban sentadas a cada lado suyo, estas mujeres, estaban sentadas provocativamente tocando de vez en cuando los tensos brazos de este hombre tan prestigiado, este hombre tan respetado y muy bien "Hablado". Estas mujeres se acercaban a susurrarles cosas en el oído, una por el derecho y la otra por el izquierdo, susurraban tentaciones y provocaciones, las dos se peleaban por ganarse aquél hombre y llevárselo a la cama. No podían tocarle por mucho tiempo ya que Miguel se frustraba de que fuesen tan perras y estuvieran desesperadas por un polvo rápido, el ya tenía avisado a sus guardaespaldas de que si estas chicas se pasaban del limites tenían que correrlas de ahí como fuese lugar. Sus guardaespaldas, dos hombres altos, fornidos, serios, sin ninguna expresión de felicidad en ellos, estaban lujosamente vestidos, unos lentes negros adornaban la cara de estos dos hombres, un casco de comunicación ya hacía en el oído derecho de cada uno, sus brazos fuertes estaban cruzados, por la forma en que se encontraban, ellos delataban autoridad y un claro "no te nos acerques". Estos dos hombres se encontraban de pie, protegiendo la zona "Vip" donde se encontraba Miguel descansando junto a muchas mujeres, amigos, hombres, todos, trabajadores íntimos de Miguel los cuales se la estaban pasando más que bien. La zona en la que se encontraba Miguel, era única, espaciosa, lujosa, y solo para personas importantes, Bueno, ser el dueño de tal club, tiene muchas, pero muchas ventajas.

Bueno, no solo dueño de ese club, dueño de ese club y muchos otros, dueño de bares, dueño de pub's, dueño de discos, dueño del imperio más grande de narcotrafico de Europa e latinoamerica, prontamente asía. 

Miguel era el dueño legitimo de este imperio del narcotrafico, él y su familia ante pasada y mucho, mucho, ante pasada. En resumen, Miguel para solamente tener veinticinco años, su vida se basaba en peligro, muerte, traiciones, dinero, lujos, homicidios, desgracia, para él y para el mundo, En fin, para ser tan joven, tiene una vida más que cagada. Por más que le gustase los lujos, el dinero, las chicas y chicos con  los cuales a estado, los carros, las mansiones, las joyas, Asesinar a quien se lo merece, disfrutar de la desgracia de sus enemigos, todo, siempre ha sabido que algo le ha faltado, Amor. 

Pero no cualquier Amor, sí no uno verdadero, Tal vez esos supuestos "amores" que ha tenido en su vida, no son amores verdaderos, solo han sido por conveniencia, de él y de su "enamorado". Miguel realmente quería un amor, Tal vez..un amor de madre siempre el cual le ha faltado, ese amor que todas las personas hablan diciendo "El amor que es único es el de una madre", Pero para Miguel nunca fue así. Su madre nunca le tomo en cuenta, siempre salia con sus abrigos de pieles, cuero, joyas y pintada a mas no poder, salía con "Amigos" o a veces con su querido padre, Oh, su querido Padre. La madre de Miguel siempre fue indiferente con él, Miguel recuerda todas las veces en que el quería un abrazo e iba hacia ella para recibir uno, en cambio siempre recibía un ruedo de ojos y un frío "Alejate", cuando sufría por el amor de una niña, quería hablar con su madre sobre como tratarlas para enamorarlas, pero siempre recibía un "Deja de joder". Pero Miguel solo quería pensar que era porque su madre estaba teniendo un mal día, pero...¿Todos los días la estaba pasando mal? No lo creo. Siempre le falto el típico beso de buenas noches, que le arropase cuando estaba por irse a dormir, o aunque sea el mas mínimo tiempo para dedicarle un "Te amo, hijo". En cambio su padre, su padre siempre fue atento con él, el le enseño el mundo en el cual el ha estado viviendo como un verdadero rey, que rey, un verdadero Dios. Su padre cuando el era solo un niño, le sacaba a pasear, a tomar un helado, ir al parque, jugar a los robots o al monstruo. Cuando no tenía tiempo y su padre se encontraba frustrado o enojado por los negocios, Miguel trataba lo más que podía de no hacerle enojar y alegrarle un poco el día, casi siempre lo lograba con dibujos para el padre, o llevarle una taza de café con un cupcake que tanto le gustaban, El padre lo miraba con sus ojos cansados, y le dedicaba la más bonitas y sinceras de todas sus sonrisas, tomándole en brazos le acunaba hasta dejarlo dormido, plantandole un beso en la frente, olvidándose por un segundo de los negocios y concentrándose en su pequeño y amado hijo. No era como su madre, la cual solo le gustaba el dinero, zapatos, joyas, abrigos y más dinero. Su padre siempre deseo un hijo, para heredarle su conocimiento y poder, y obviamente su imperio, que antiguamente había sido de su padre y tal. Cuando la madre de Miguel se entero de estar embarazada de él, enseguida en su mente se le cruzó la idea de abortarlo, pero cuando se lo menciono en ese momento a su pareja, el cual era el padre de Miguel, por poco la mataba ahí mismo, Por eso mismo él decidió casarse con ella en ese mismo año en que su novia se había embarazado, en entonces ellos sólo eran un par de adolescentes con la vida cagada, así pensaba La madre, pero el padre No. Por tal razón ella siempre odio a Miguel, por haberle arruinado la vida tan joven, por no haber disfrutado de otros hombres cuando era una muchacha con las hormonas alborotadas, pero cuando se entero del "imperio" de la familia Rogel, decidió quedarse con el Padre, sólo por...conveniencia.