Para partir con la historia primero me tengo que presentar. Me llamo Camila, pero me gusta que me digan Cami, tengo 17 años y bueno está es la historia de cómo una chica anti social se enamora de dos chicos completamente distintos.
Todo comenzó el maldito y fastidioso 14 de febrero en el cual todos están enamorados o simplemente buscan a una pareja para no estar solos en esas fechas, pero como se darán cuenta yo no soy de ese tipo de chicas que anda en busca del príncipe azul o algo parecido. Simplemente me gusta vivir el día a día y ser yo misma.
Cuando entre a la clase de lengua me di cuenta de que todos estaban con sus celulares esperando la famosa invitación a la fiesta de san Valentín de la niña más popular de la escuela mejor conocida como Josefa, la cual en todo momento mostraba su perfecta relación, con sus perfectos padres y con su perfecta y maldita vida. Pero aunque ustedes no lo puedan creer nosotras fuimos las mejores amigas hasta ese puto y maldito año en el cual ella decidió la popularidad en vez de la amistad, y usted se preguntarán porque ella tuvo que elegir, simple yo antes era como ella, una zorra que se metía con el primer tipo que encontraba, hasta que un día decidí cambiar y dejar de ensuciar mi nombre y le dije que hiciera lo mismo y simplemente decidió quedarse con todo la popularidad que estaba consiguiendo que simplemente me ignoro y se fue.
Bueno en donde iba todos estaban esperando esa puta invitación, que por lo obvio a mí no me iba a llegar, cuando llega un chico nuevo entro a la sala, el cual parecía muy interesante, ya que se le podían notar algunos tatuajes debajo de su camisa, los cuales parecían muy sexys, obviamente aparte mi vista lo antes posible para que no pensara que me gustaba o algo parecido.
Cuando el profesor ingreso a la sala le pidió al chico nuevo que se presentará, se llamaba Joaquín tenía la voz grave, y eso lo hacía más sexy, pero no importaba porque alguien como yo no se podía fijar en gente como el. Al sentarse me di cuenta de que todas las chicas en la sala se fijaban en el, y eso me provocaba una sensación extraña en el estomago. Así que agarre mi botella de agua y comencé a tomar hasta que esas extrañas sensaciones desaparecieran.
Al terminar el día llegue a mi casa y no paraba de pensar en el, pero eso me frustraba porque no me gusta pensar en chicos y menos que me guste uno. Toda la semana fue igual todas las chicas estaban baboseando por el chico nuevo, hasta que llegó el día de la fiesta, y al revisar mi celular veo una invitación, me pareció extraño que la Josefa me invitara a su fiesta, pero como no tenía nada mejor que hacer un sábado en la noche, decidí ir.
Al llegar a la fiesta, me di cuenta de que no era lo que me imaginaba, era muy alocada y podías encontrar alcohólicos por todos lados, decidí ir rápidamente a la cocina para buscar un vaso con agua. Todo iba bien hasta que chocó con un chico el cual me hace votar mi agua en su ropa, no podía verle la cara, así que decidí pedirle disculpas muy rápido y escapar lo más rápido posible de ese lugar.
Al llegar a la puerta siento una mano apoyada en mi espalda, muy asustada miro por mi hombro y puedo ver unos tatuajes, y me pude dar cuenta de que era Joaquin con todos sus pantalones mojados. Con una sonrisa en la cara me mira y me dice -qué raro sos la primera que se escapa de mi.
Muy avergonzada le digo- disculpa, pero yo no soy como las demás, no baboseo por el primer chico que entra en una sala.
Muy sorprendido, me queda mirando hasta que finalmente dice algo -quieres ir a tomar algo a dentro, pero sin que me lo lances esta vez.
Estaba muy nerviosa, y a la vez emocionada, pero no quería demostrarlo así que simplemente me negué y me fui para el paradero