JULIA Y ANTONIO "AMARSE PARA SIEMPRE"

Demasiado cielo, demasiado infierno

NO HAY IMPOSIBLES CUANDO TIENES FE

[Creer en la fuerza del amor, confiar el uno en el otro los hizo estar en donde estaban, en ese punto de sus vidas dónde la plena seguridad en su amor incondicional, les daba la fuerza para luchar contra todo lo que pueda venir.]

Antonio y Julia habían emprendido ya el camino hacia el amor, el amor en todo su esplendor, sabían perfectamente que el rumbo no sería sencillo, habría muchos obstáculos, quizá más sufrimiento y dolor pero juntos nada iba a poder derrumbarlos, juntos enfrentando a la mentira, al odio y a la hipocresía, juntos luchando contra sus propios miedos, pero amándose con todo. ¿Serán capaces de resistir las inclemencias de la vida juntos o podrá más el dolor y la culpa?

[Camino a la Estancia en la camioneta]

- Antonio, tengo miedo, sé que Laura no nos dejará en paz, hará todo para hacernos la vida imposible. –dijo Julia un poco afligida.

- Mi amor, no te preocupes, yo estoy con vos. Nada ni nadie va a poder contra este amor. Confía en mi.- respondió Antonio con ternura y seguridad.

- Antonio la tomó de la mano y le sonrió.

[En la Estancia]

A bajar de la camioneta, Antonio se acerca a Julia

- Mi amor, voy al casco a buscar a Clarita, ¿Quieres ir conmigo? –preguntó Antonio.

- Bueno sí, vamos. –respondió Julia con una hermosa sonrisa.

Dentro del casco.

-Bernarda, que tal... ¿has visto a Clarita?- Dijo Antonio quien entró tomado de la mano con Julia y con una sonrisa de oreja a oreja, la felicidad no podían disimularla.

-Todo bien por aquí, ahora respecto a Clarita supe que salió temprano con Laura, dijo que iban a desayunar fuera, quédate tranquilo. –respondió Bernarda.

-Ah Bueno, espero que todo vaya bien con ellas. Me quedo tranquilo, subiré a buscar unas cosas a mi recamara y por favor pide a alguna de las muchachas que pasen mis cosas a la habitación de huéspedes. –dijo Antonio muy seguro el tono de sus palabras.

-Ahora le digo a Cuca, no te preocupes. Me alegra verlos juntos y así de luminosos.- Dijo Bernarda mirando a Julia cómplice y sonriendo sutilmente.

-Gracias Bernarda, nos costó mucho aventurarnos a vivir lo que sentimos pero todo ha valido la pena. – respondió Julia con un ligero tono nostálgico y con una sonrisa en los labios, Antonio asintió con la cabeza.

-Bueno, mi amor, ¿me acompañas a la habitación? – Preguntó Antonio a Julia.

-Sí claro, vamos. –Respondió Julia.

Se despidieron de Bernarda quien como de costumbre se sentó en uno de los brazos del sofá.

Al entrar a la habitación y abrir el closet para sacar unas camisas Antonio se dio cuenta que no estaba la ropa de Laura y presintió lo peor, tomó el teléfono y le llamó mil veces y ella jamás respondió, era tan lógico que estaba fastidiándole la existencia a Antonio con tal de destruirle la felicidad que vivía en ese momento.

Antonio le dijo a Julia que tenía que salir a buscar a Clarita, que no podía permitir que Laura se la llevara. Julia se sintió muy culpable por lo que estaba pasando, estaba segura que la reacción de Laura era a propósito por saber que Antonio estaba con ella.