Memories #2 ; rdg -EN EDICIÓN-

Capítulo 14

Lara.

Le entregué la bebé a Lourdes y me apoyé en la puerta.

Mangel y mi amiga salieron de la cocina dejándonos sólos.

Ruben estaba de piedra, tartamudeando.

-¿Vas a hablar o qué?-Dije seca.

-¿Porqué tienes que ser así Lar?-Preguntó frustrado.

-¡¿Como mierda querés que sea, si me acabo de enterar que te estabas acostando con esa puta?!

Ruben caminó hacía mi rápidamente, pensé en lo peor.

Lo enfrenté enojada.

-¡¿Qué, me vas a pegar también?!

Ruben estaba demasiado cerca de mí.

-Voy a hacer algo mucho mejor que eso.-Susurró y besó mis labios.

Colocó una mano en mi cintura y la otra en mi mejilla.

Solté un gemido de queja y lo aparté de mi.

-No.-Gemí.-Hasta que no me des una explicación Ruben, lo nuestro no va a seguir, esto sobrepasó los límites, es como si yo vaya a acostarme con Josh, te agradaría eso?

-Si tu llegaras a hacer eso, creo que Josh terminaría en un cajón.-Dijo tenso.-Me tenía amenazado con las fotos Lara, no tenía otra opción, no iba a dejar que el infeliz de Josh intente hacerte algo, no iba a permitir eso joder, esa maldita loca, me dijo que al final, nada pasó entre nosotros, dijo que quería que esté del todo consciente cuando lo "hagamos"

Miré al suelo y una lágrima manchó mi camiseta.

-Estoy dolida Ruben, de lo que me acabo de enterar no es la mejor noticia del mundo, yo...creo que tenemos que dejar esto y sólo comportarnos como dos personas con una hija en común.-Dije con dificultad, mis ojos estaban en el suelo ya que no quería ver a Ruben.

Dolía hacerlo.

-¿Qué?-Ruben dijo entrecortado.

Escuché sus pasos, Ruben tomó mi rostro haciendo que lo mire, sos ojos estaban rojos, estaba a punto de explotar en lágrimas.

-Por favor no hagas esto, Lara.-Dijo entrecortado.

Aparté mi mirada de él.

-Es lo mejor Ruben ¿No ves que las cosas no se dan? La vida no nos quiere juntos, lo unico que nos une es nuestra hija, y eso deberia seguir así, perdón.-Coloqué un beso en su mejilla, me separé de él, y caminé hasta la puerta.

(...)

Cuando llegué a casa, caminé hasta mi habitación, me puse mí pijama y me acosté.

Cuando iba a acostarme, el bendito timbre sonó, haciéndome gruñir.

Bajé las escaleras y abrí la puerta, encontrándome con Josh, el cuál me empujó dentro de la casa y tomó fuertemente mi mandíbula.

Intenté alejarlo de mí pero éste tomó rápidamente mi brazo y lo puso detrás de mi espalda, haciéndome gritar de dolor.

-¡¿Josh, que hacés?!-Intenté separarme de él, pero sólo conseguí que apriete más mi agarre.

Caminó hasta la cocina conmigo, y me sentó en una de las sillas de manera brusca, sacó una pequeña soga de su bolsillo, al igual que una mordaza, la pequeña soga la puso en mis brazos, atándome a la silla.

-¡¿Que mierda estás haciendo?!-Me removí de manera brusca en la silla.

Josh se acercó de manera peligrosa a mí, y me tomó del cuello con ambas manos, empezó a apretar este, hasta quedar violeta.