Entre tu y yo

El se ha ido

Las flores no olían a flores, olían a el. Sabia que esto era grave  pero no sabia que, el que el se halla marchado...creo lo correcto sería decir que se hala visto obligado a irse de tal manera es por mi culpa.

Trate de comunicarme con el pero solo escuchaba la voz de la operadora diciéndome que el teléfono estaba fuera del área del servicio. ¿Que es lo que pasaba? Todo creo un huracán dentro de un vaso muy pequeño. Trate varias veces durante el día pero la respuesta era la misma, con la fastidiosa voz de la operadora, y los mensajes eran los mismo. Todo era como si la tierra se lo hubiera tragado, sin dejar rastro de el.

Llamada de Angie
-Hey linda, estás libre mi chico me dejo plantada por que no pudo deshacerse de su familia. ¿Tienes algo que hacer o vamos por unas botas que vi en centro?-
-Angie no se que hacer, el se fue.... bueno se lo llevaron y no se que hacer-
-Linda disculpa pero... ¿De que hablamos? O más bien de quien.-
-El se ha ido, se fue.- mi voz se termino de romper con esa oración.
-Espera hablas de ¿Dylan? Tranquila espérame voy para allá.-

Angie es como una hermana para mi, me ha ayudado de tan tanta maneras que se si me pasa algo ella sería la correcta para poder hacer algo por mi.
A ella la conocí en el último año de secundaria, éramos dos niñas con la única diferencia de un status social; sus padres son dueñas de una aerolínea muy conocida por el servicio de primera clase, además de contar con 4 restaurantes con reconocimientos de los más altos en la gastronomía. Su padre me ofreció que al terminar mi carrera yo podría trabajar para el, en uno de los mejores restaurantes de la ciudad.
Ella conocía a Dylan por los contactos que tienen sus padres, gracias a ella lo conocí.

Flash back.
- Solo serán un par de horas, prometo compensártelo después. Iremos por uno de ese panes que tanto te gustan- Me decía mientras terminaba de empolvar su nariz.
-Sabes que no lo hago por eso, es simplemente que yo no sé que voy hacer ahí. Digo es más evidente que yo desentono entre toda esa gente- decía mientras miraba las calles vacías en un viernes de noche.
-Solo una hora, no más. Por además ya estas aquí y de seguro encontrarás a alguien para hacer un mega negocio, siempre lo haces-
Angie es como una hermana, ella es de las pocas personas que no me etiqueto como "La chica suertuda" o "La pobre"; ella me defendió como si fuera de su sangre, desde entonces no nos hemos separado.
El coche se estacionó enfrente de la editorial Maxwell, deja dejándonos ver como es que la gente entraba a la inauguración de esta.
Bajamos del coche y Angie me tomo del brazo haciéndome caminar a su lado. La gente se nos quedaba viendo, bueno a mi no a Angie, y como no hacerlo si desentono totalmente en este lugar.
-Creo que esto es una mala idea, solo ve como me miran-
-Solo será una hora, ademas ni los conoces ni tu a ellos, así que no les pongas atención-.